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Bienestar Colsanitas

Hábitos y rutinas, la clave para criar niños seguros

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Tener normas y horarios en casa no solo ayuda a organizar el ambiente familiar, también proporciona al niño seguridad y genera hábitos saludables para el resto de la vida.

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Establecer hábitos y rutinas desde los prime - ros meses de vida del bebé no solo beneficia su desarrollo físico y emocional, también organiza a la familia ante la llegada de un nuevo miembro y la prepara para asumir el reto de su crianza. Lo que buscan estas rutinas, dice la doctora Juana Morales, psicóloga clínica infantil, experta en regulación emocional y crianza, es entregar las herramientas necesarias para que, en un futuro, sea un individuo autónomo y responsable.

Pero ¿se pueden proyectar desde la primera infancia las bases de esa autonomía? La respuesta es sí. Y no solo se puede, sino que es el momento ideal.

Tal como lo han demostrado muchas investigaciones, entre ellas la del Centro para el Niño en Desarrollo, de la Universidad de Harvard, lo que se construya con ellos en la primera infancia (de 0 a 6 años) determinará su futuro. “Durante el proceso de desarrollo cerebral, los genes y las experiencias que viven —una buena nutrición, protección y estimulación a través de la comunicación, el juego y la atención receptiva de los cuidadores— influyen en las conexiones neuronales. Esta combinación de lo innato y lo adquirido establece las bases para el futuro del niño”, dice el estudio.

Las rutinas generan hábitos

Las rutinas se enseñan, los hábitos se construyen, es una premisa que establece la diferencia entre unas y otras. La psicóloga Morales es enfática: “Tener horarios para comer, jugar, dormir, leer o bañarse no debe considerarse normas, sino pilares en la estrategia de generar una organización para el niño y las dinámicas del hogar”.

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Ruby Luque, pediatra y puericultora adscrita a Colsanitas, añade que la falta de rutinas “deja al niño sin una guía de los padres, sin organización, sin pautas claras, sin horarios”.

Además de generar en el niño, en la medida de su desarrollo, las bases para adquirir hábitos a través de las rutinas establecidas en casa, la organización le brinda seguridad. Como lo explica Juana Morales: “Las rutinas son secuencias de eventos anticipables y predecibles que establecen dónde, cómo y qué se hace. Los cuidados que le damos a nuestros hijos a través de las rutinas les permiten entender que están en un medio seguro, porque de alguna manera el niño sabe lo que va a pasar luego del baño, luego del cuento, después de comer, por ejemplo. Lo importante es ir contándole, desde bebé, lo que va a ir ocurriendo”, explica.

Un beneficio adicional es que estructurar las rutinas evita pataletas. Cuando un niño sabe lo que va a pasar tiene claro que después de una actividad sucede otra, la familia está menos expuesta a un berrinche o a chantajes emocionales y la cotidianidad fluye mejor, porque el pequeño mundo de su hijo está ordenado.

La experiencia de la pediatra y puericultora Ruby Luque le ha mostrado que muchos de los problemas que refieren los padres que asisten a consulta con sus hijos tienen que ver con la falta de organización en casa: “A veces veo a familias estresadas porque la llegada de un hijo ha generado un caos. Incluso, alguna vez una mamá me dijo: ‘me siento incapaz de manejar a mi bebé de un año’”.

Explorando las circunstancias familiares del caso, la doctora Luque confirmó que durante ese primer año del bebé no se habían establecido rutinas, horarios y mucho menos hábitos. “Es cuestión de organización, los niños tranquilos tienen la orientación de sus padres”, explica.

Ahora bien, no se trata de tener normas inflexibles, sino de generar acuerdos en casa para realizar las actividades en un horario o un rango de horas que se repita todos los días.

“Es la hora de…”, es una buena frase para empezar la actividad con el niño, de esa manera se le anticipa lo que sigue. Si hay apoyo de cuidadores, abuelos, tíos o personal contratado, también se deben establecer acuerdos para los horarios y las rutinas, de ello depende también que el niño los adquiera.

Incorporar horarios y rutinas según vaya creciendo y desde sus primeros años va a estimular la autonomía necesaria para que pueda realizarlas solo. “Yo puedo hacerlo”, será el premio al esfuerzo conjunto de una familia que generó rutinas y hábitos desde la primera infancia.

Tenga en cuenta

- No todos los niños tienen la capacidad de interiorizar fácilmente las rutinas, pero en la medida en que van creciendo lo logran.

- Nunca es tarde para organizar las rutinas en casa. Cuando un hogar está en caos por el desorden de horarios y hábitos (algo que se incrementó en la cuarentena) es necesario planificar mejor las actividades.

- Es indispensable un acuerdo entre los padres, dar instrucciones claras a los cuidadores y hacerlas respetar.

- Diseñar una cartelera con el horario y con elementos llamativos, coloridos, con fotos del niño en cada actividad (baño, sueño, juego, lectura) le irá mostrando cómo es la organización de su tiempo, así lo irá interiorizando.

- Aleje por completo tabletas, celulares o televisor a la hora de las actividades como alimentación, baño o sueño.

- Si en casa no hay rutinas y se van a tratar de implementar, es normal que haya cierta resistencia al principio. Tomar la decisión y probar sus beneficios disminuirá el desgaste familiar.

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- Elogie y reconozca los avances de su hijo cuando aprenda una rutina y adquiera un hábito. No lo castigue ni lo amenace, tampoco lo compare, el ejemplo es el mejor de los maestros.

- Motívelo a seguir adelante, organizar horarios y rutinas en casa es un trabajo familiar.

Es la hora de…

... Comer

- Las rutinas varían con las edades, explica la doctora Luque. “Yo recomiendo a los padres, en la primera consulta, que desde la lactancia se establezcan horarios, responsabilidades y tareas”.

- La lactancia a libre demanda se da durante las primeras semanas, pero luego aconseja establecerla cada tres horas, de esa manera no solo se organizan los tiempos del bebé, sino los de la madre.

- El doctor Juan Pablo Riveros, pediatra gastroenterólogo adscrito a Colsanitas, explica que establecer horarios y rutinas para comer cada tres horas, bien sea un niño lactante o cuando empieza la alimentación complementaria, es un hábito necesario para su buena nutrición y sus procesos digestivos.

- El horario de las comidas es vital para organizar los procesos biológicos en todo lo relacionado con el sistema gastrointestinal y nutricional del niño y lo va educando en muchas de sus funciones.

- Cuando llega la alimentación complementaria es necesario tener un espacio para su mesa de comer, hacerlo siempre a la misma hora y que vaya experimentado la posibilidad de hacerlo solo. 

... Dormir

- Uno de los temas que más genera estrés en casa es la rutina del sueño del recién nacido. Y es, quizás, una de las consultas más frecuentes para los pediatras.

- Los bebés necesitan reconocer la diferencia entre el día y la noche para ir regulando su reloj biológico. Es indispensable que duerma siempre en el mismo lugar y a la misma hora, después de una rutina de baño, comida, piyama y lectura.

- “Esos patrones deben ser establecidos por los adultos, por ello siempre recomiendo que se haga en un orden secuencial y que concilien el sueño en su propia cuna, sin mecerlos, pasearlos o arrullarlos”, recomienda la doctora Luque.

... El baño

- El baño diario es indispensable para los bebés, siempre en el mismo rango horario. Bien sea en la noche, cuando es más pequeño, para que concilie mejor el sueño, o en las mañanas, cuando ya está más grande o en el jardín.

- El aseo diario es una rutina indispensable para generar hábitos saludables frente a la higiene de su cuerpo. Para ello, el papel de los padres y cuidadores es fundamental.

- “Actividades como el cepillado de dientes, el lavado de manos y el baño se enseñan en casa, esa rutina generará en ellos conciencia sobre el cuidado de su cuerpo”, dice la doctora Luque.

... Jugar

- El juego es una de las actividades más importantes para los niños. Aunque no hay límites de tiempo para jugar, la doctora Luque recomienda que se establezcan espacios y momentos para ello, dependiendo de la edad y tiempo disponible. Aprovechar los parques y actividades al aire libre tiene muchos beneficios, en especial los fines de semana y en compañía de la familia.

- La idea es que el niño comprenda que hay tiempos para jugar, para divertirse, para aprender, pero que deben establecerse a lo largo del día, teniendo en cuenta las horas de sueño, baño y comida.

 

*Periodista especializada en maternidad y crianza

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