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anestesia y sus efectos

Lo que necesita saber sobre la anestesia y sus efectos

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¿Es peligrosa? ¿Qué efectos tiene? ¿Es posible despertarse durante una cirugía?
Aquí resolvemos las dudas más frecuentes de este procedimiento de sedación.

Antes de que el dentista Horace Wells inventara la anestesia en 1844, la vida era terriblemente dolorosa. En ese entonces, cualquier cirugía, tan simple como una extracción de muelas o tan riesgosa como la amputación de un miembro, era un evento traumático para cualquiera. Tanto, que muchos preferían perder la vida con tal de no pasar por aquella tortura que era la cirugía. “Hasta que se descubrió que ciertos químicos interferían en el sistema nervioso afectando su funcionamiento temporalmente, los procedimientos quirúrgicos eran paliados emborrachando al paciente o drogándolo con sustancias como el éter y el opio”, señala el doctor David Rincón, anestesiólogo y profesor universitario adscrito a Colsanitas.

Incluso existen registros de técnicas aún más insólitas como provocar contusiones con un golpe en la cabeza o cortando la respiración a través de asfixia mecánica. Ciertamente todos estos métodos eran, en la mayoría de los casos, sumamente peligrosos e ineficientes. Por fortuna para toda la humanidad, esos tiempos lejanos han quedado relegados para dar lugar a una especialidad médica como la anestesiología, una ciencia imprescindible para muchas cirugías complejas y trasplantes de órganos.

Cuando un paciente despierta (aproximadamente diez minutos después de terminado el procedimiento),
la creación de recuerdos nuevos se encuentra alterada por efecto de la anestesia.

¿Cómo funciona la anestesia?

Como definición, la anestesia es un tratamiento médico en el cual, a través de diferentes medicamentos, es posible inducir a una persona a distintos niveles de sedación. Dependiendo de la anestesia, esta puede ser:

Local. Actúa en una pequeña parte del cuerpo y puede ser administrada por contacto directo o a través de una inyección en el área. Es común en los tratamientos odontológicos.  

Regional. Es utilizada para sectores más grandes del cuerpo, generalmente brazos y piernas. Se suministra a través de una inyección en las raíces nerviosas. “Como ejemplo, existe la anestesia usada para las cesáreas, la cual se inyecta en la parte baja de la columna, adormeciendo el vientre y los miembros inferiores”, dice Karina Vélez, médica cirujana y anestesióloga.   

General. Que se diferencia de las demás porque el paciente pierde la conciencia. Gracias a la acción de diferentes fármacos que entran al organismo por vía aérea o intravenosa, se logra llevar al paciente a un estado de amnesia, analgesia (pérdida de dolor) y parálisis muscular. “En este estado, el paciente también pierde la capacidad de respirar por sí mismo y tiene que ser intubado, lo que significa que una máquina debe respirar por él”, añade Vélez. 

En muchas ocasiones, la anestesia general es usada en niños para cirugías de baja complejidad debido a la imposibilidad para mantenerlos tranquilos y quietos. 

Sedación consciente. Con ayuda de técnicas cada vez más modernas, es posible inducir al paciente a un estado de relajación y alta tolerancia al dolor sin que eso implique que pierda la conciencia, por lo que es capaz de percibir algunos estímulos externos e incluso mantener contacto verbal racional con los cirujanos. 

¿Tiene algún riesgo la anestesia general?

Debido a que la anestesia afecta no solo el sistema nervioso, sino que además interfiere en el correcto funcionamiento del sistema respiratorio y circulatorio, existen algunos riesgos durante la cirugía relacionados con alergias, cambios en la presión arterial y problemas en los pulmones. “Si bien es cierto que este tipo de complicaciones son muy poco frecuentes, es posible que las probabilidades de que sucedan aumenten un poco si el paciente tiene enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, obesidad o si son sensibles a los fármacos usados”, explica el doctor Rincón. 

Cuando existen complicaciones de base como las descritas, el anestesiólogo crea un esquema personalizado antes de la cirugía en el que se define el tipo de anestesia, la dosis, los medicamentos requeridos y los cuidados operatorios y postoperatorios. “Si el paciente lo necesita, es posible disponer de una unidad de cuidados intensivos que reduzca casi a cero las posibilidades de un desenlace fatal durante la cirugía”. Por lo demás, la anestesia es un procedimiento seguro para personas de todas las edades. 

Lejos de los riesgos mortales, existen algunos efectos secundarios de la anestesia que son bastante probables cuando ya ha finalizado la cirugía y el paciente está despierto. Estos pueden ser:

- Mareo, náuseas o vómito.
- Amnesia o lagunas mentales.
- Desorientación.
- Dolor de garganta (debido a la intubación).
- Dolores de cabeza (puede suceder también con la anestesia regional, aunque es poco frecuente).
- Sensación de frío y escalofríos (para evitarlos, es posible que se practiquen calentamientos musculares previos a la cirugía).  

¿Es posible despertarse en mitad de la cirugía?

“La probabilidad de despertarse durante una cirugía es de uno entre 60.000, entonces cuando pasa es un suceso más bien extraordinario”, dice la doctora Vélez. En la actualidad, la tecnología que se usa en las cirugías permite una vigilancia total del nivel de anestesia gracias a aparatos que miden las ondas cerebrales, la respiración y la frecuencia cardiaca. Adicionalmente, los medicamentos anestésicos modernos tienen un periodo corto de acción, así que en el quirófano se suministra continuamente, teniendo un mayor control del tiempo en el que el paciente se encuentra anestesiado. 

“A veces los anestesiólogos recibimos quejas de los pacientes porque dicen que el tiempo que estuvieron dormidos fue demasiado, mucho mayor a lo que duró la cirugía. Sin embargo, esto no siempre es verdad. Lo que sucede es que cuando un paciente despierta (aproximadamente diez minutos después de terminado el procedimiento), la creación de recuerdos nuevos se encuentra alterada por efecto de la anestesia, entonces así conversen y realicen tareas simples, en realidad no están plenamente conscientes sino hasta varias horas después, lo que crea la sensación de que estuvieron dormidos mucho tiempo”, explica Rincón. Durante este periodo, lo mejor es evitar conducir, manejar maquinaria pesada o realizar otras actividades peligrosas. 

Otras recomendaciones

Hay que añadir que cualquier efecto secundario es estrictamente temporal y no tendría por qué durar más de 12 horas, en caso contrario, lo mejor es consultar con el médico. 

Después de cualquier cirugía, por simple que sea, es probable que exista malestar y dolor los primeros días, por lo tanto se recomienda tener un periodo de descanso donde se limiten los movimientos y aplicar hielo en la zona afectada. En lo posible, seguir los consejos de los profesionales de salud al pie de la letra.

Existe una probabilidad de uno entre 60.000

de que el paciente se despierte accidentalmente durante un procedimiento quirúrgico.