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Hábitos para cuidar la vejez

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Así como los hábitos saludables son esenciales para una vejez saludable, es importante promover, como sociedad, un entorno accesible para los adultos mayores. “Si queremos ser adultos mayores activos e independientes, hay que reflexionar sobre qué estamos haciendo para tener sociedades amigables para el proceso de envejecimiento en términos de transporte, movilidad, accesibilidad, entre otros factores”, afirma el doctor Cárdenas. 

Según un estudio realizado por la Universidad de Oxford en 2016, tener una vejez saludable se debe entre un 20% y 30% a factores relacionados con la genética y entre un 70% y 80% a los hábitos, el estilo de vida y el medio ambiente. Para el doctor Héctor Cárdenas, geriatra adscrito a Colsanitas, “todos los hábitos saludables que podamos tener desde la vida intrauterina van a favorecer a una vejez activa, con menos complicaciones y enfermedades. El envejecimiento es un proceso inflamatorio del cuerpo, así que en la medida en que nosotros prevenimos y disminuimos esa inflamación a través de los hábitos saludables, tendremos una mejor vejez”.

El doctor Cárdenas afirma que hay una etapa vital, que va de los 50 a los 65 años, en la que “la persona empieza a tener más conciencia de que se está acercando a la vejez y, por lo tanto, debe cuidar más su salud y sus hábitos. En esta ventana aún hay mucho por hacer para fortalecer el cuerpo y la mente, así como resulta clave para la prevención y el tratamiento oportuno de distintas enfermedades”. 

Según el especialista, son cuatro las áreas para implementar hábitos que aporten a un envejecimiento saludable: “el área clínica o biomédica, el área funcional, el área psicomental y el área social”. Estas son las recomendaciones del experto para adquirir o mantener hábitos que aporten a cada una de estas áreas y que serán esenciales para una vejez saludable.

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Así como los hábitos saludables son esenciales para una vejez saludable, es importante promover, como sociedad, un entorno accesible para los adultos mayores. “Si queremos ser adultos mayores activos e independientes, hay que reflexionar sobre qué estamos haciendo para tener sociedades amigables para el proceso de envejecimiento en términos de transporte, movilidad, accesibilidad, entre otros factores”, afirma el doctor Cárdenas.

Área clínica o biomédica

Revisión médica regular: mantener chequeos médicos periódicos es esencial para la prevención de enfermedades. Hacerse exámenes de rutina para monitorear la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre, el colesterol y otros marcadores clave de salud que contribuyen a la detección de enfermedades.

Dieta balanceada: consumir frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras con una adecuada hidratación es fundamental. Esto proporciona los nutrientes necesarios para mantener la salud óptima y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Evite comidas ultra procesadas altas en grasas saturadas, sodio y azúcar.

No fumar y evitar el consumo excesivo de alcohol: según el Medical Research Council, fumar puede reducir la expectativa de vida en, por lo menos, 10 años. Aunque la recomendación es no fumar en ningún momento de la vida, nunca es tarde para dejarlo. En cuanto al alcohol, su consumo excesivo está relacionado con enfermedades crónicas y muerte prematura; por eso se recomienda un consumo responsable del mismo.

Área funcional

Actividad física regular: es importante hacer ejercicio de manera constante y adaptada a las capacidades físicas individuales. Esto no solo fortalece los músculos y los huesos, sino que también ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes.

Ejercicio de fuerza y flexibilidad: incorporar rutinas de entrenamiento de fuerza y ejercicios de flexibilidad mejora la movilidad, reduce el riesgo de caídas y mantiene la independencia funcional a medida que se envejece.

Mantener la actividad mental: estimular la mente con rompecabezas, juegos, lectura, aprendizaje de nuevos idiomas o habilidades puede ayudar a mantener la agudeza mental y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

El envejecimiento es un proceso inflamatorio del cuerpo, así que en la medida en que prevenimos y disminuimos esa inflamación a través de los hábitos saludables, tendremos una mejor vejez.

Área psicomental

Control del estrés: practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración consciente, puede ayudar a mantener niveles saludables de cortisol y mejorar la salud emocional y física.

Buscar apoyo emocional: buscar la ayuda de un profesional de la salud mental es fundamental para abordar determinadas situaciones que surjan a lo largo de la vida. En este proceso, de acuerdo con Cárdenas, es muy importante “trabajar la capacidad de resiliencia, pues, a medida que envejecemos, debemos cambiar y adaptar algunas cosas, lo que no es necesariamente malo”.

Correcta higiene del sueño: dormir bien es fundamental para la salud física y mental. Una higiene del sueño adecuada, en la que se duerman de siete a nueve horas por noche, regula la función celular y reduce el riesgo de sufrir algunas condiciones de salud mental.

Área social

Socialización activa: mantener conexiones sociales, ya sea a través de grupos, actividades comunitarias o, incluso, en línea, contribuye significativamente a la salud mental y emocional.
Participar en actividades comunitarias: involucrarse en grupos de voluntariado, clubes o actividades sociales proporciona un sentido de propósito y pertenencia, fortaleciendo las conexiones sociales.

Mantener relaciones significativas: cultivar relaciones con amigos, familiares y seres queridos es esencial para mantener una red de apoyo emocional y social.

- Este artículo hace parte de la edición 191 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.