¿De dónde viene ese zumbido molesto en el oído que no te deja concentrarte? Aquí, un ABC del tinnitus, sus rutas de tratamiento y cuidados preventivos.
Imagina que tu vuelo está a punto de arrancar. Escuchas sonidos extraños de personas cerrando los últimos maleteros que quedaron abiertos, algunos anuncios desde la cabina y uno que otro chirrido. Inicia el carreteo veloz del avión y sus turbinas suenan muy alto. Imagina ese sonido fuerte que, después de un momento, empieza a bajar. Tal vez te comienzas a acostumbrar y pasa a un segundo plano. Imagina que al llegar a las alturas, o incluso a tu destino, sigues oyéndolo: un pequeño silbido que sube y baja, que no es exactamente eso y que no viene de ninguna parte. El tinnitus es la percepción de un sonido que no tiene una fuente externa generadora; es decir, quien escucha el sonido es el único que lo experimenta.
Según el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD), el porcentaje de personas en el mundo que tienen tinnitus está entre el 10% y el 25%. Un estudio realizado por JAMA Neurology, revista adscrita a la Asociación Médica Estadounidense (AMA), reveló que la incidencia anual de esta condición es del 1%. Además, determinó que su prevalencia tiene una relación directa con la edad: “el tinnitus está presente en el 10% de los adultos jóvenes, el 14% de los adultos de mediana edad y el 24% de los adultos mayores”. El estudio concluyó que la carga global del tinnitus es grande, “similar a la de la migraña y el dolor”.
Más allá del síntoma
Leonardo Ordoñez, otorrinolaringólogo especialista en otología y neurotología adscrito a Colsanitas, señala que el tinnitus está relacionado con la pérdida de audición, la exposición prolongada o intensa a ruidos muy fuertes, las infecciones en el oído e incluso el consumo de medicamentos ototóxicos. Sin embargo, también puede estar relacionado con lesiones en la cabeza y el cuello, o con la acumulación de cera en los oídos. En casos mucho menos frecuentes, el tinnitus aparece como consecuencia de problemas de movilidad mandibular, trastornos relacionados con tumores, problemas de los vasos sanguíneos o enfermedades crónicas, como la diabetes o las migrañas. Aunque no es considerado una enfermedad en sí misma sino un síntoma, es muy molesto y precisamente por esto se han buscado distintas formas de tratarlo. Según el doctor Ordoñez, es clave diferenciar entre dos tipos de tinnitus:

Pulsátil:
La persona que lo padece escucha un sonido que se asemeja a los latidos del corazón. Muchas veces se debe a alguna alteración orgánica, como los tumores vasculares y las malformaciones arteriales o venosas intracraneanas.

No pulsátil:
La persona que lo padece escucha un sonido que se asemeja a los latidos del corazón. Es el más frecuente. Algunos pacientes mencionan que el sonido que perciben es como el de la turbina de un avión, una chicharra, un timbre o un silbido. Para este tipo de tinnitus se hacen recomendaciones relacionadas con la higiene auditiva.
El otorrinolaringólogo destaca, además, que muchos casos de tinnitus tienen conexión directa con una disminución significativa en la calidad de vida: “En casos moderados y severos, el tinnitus puede causar, además de problemas en la comunicación, temas de insomnio, ya sea dificultad para dormir o despertarse una vez ya se está dormido. Esto puede ser muy desgastante en el largo plazo y puede haber alteraciones importantes: depresión, ansiedad, irritabilidad”.
Posibles rutas de alivio
Aunque el tinnitus puede ser muy agotador física y emocionalmente, el doctor Ordoñez señala que hoy es posible brindar al paciente una ayuda más oportuna: muchos tratamientos ofrecen un abordaje híbrido, que combina la tecnología audiológica con soporte psicológico.
Las rutas de alivio dependen de si el paciente presenta pérdida auditiva. En ese caso, el tratamiento de primera línea incluye el uso de audífonos que cumplen una doble función: mejorar la audición del entorno y emitir un sonido programado que ayuda a enmascarar o distraer la percepción del zumbido original. En los casos en los que el paciente no presenta pérdida auditiva, puede utilizarse un dispositivo similar, que opera únicamente como generador de ruido para estimular la vía auditiva.La intervención en salud mental es crucial para gestionar las secuelas emocionales de la condición. En casos moderados a severos, la terapia cognitivo-conductual (TCC) se ha posicionado como una opción con "evidencia científica muy sólida", de acuerdo con el doctor Ordoñez. El propósito fundamental de la TCC es ayudar al paciente a modificar su respuesta emocional y cognitiva al ruido. Al cambiar la manera en que el cerebro reacciona al tinnitus, pasando de un estado de alarma a una neutralidad de fondo, se logra reducir significativamente la irritabilidad, la ansiedad y los problemas de insomnio. En casos severos, el apoyo psiquiátrico puede ser necesario para manejar los estados emocionales que disminuyen la calidad de vida.

Cuidados cotidianos
Aunque el tinnitus puede ser muy agotador física y emocionalmente, el doctor Ordoñez señala que hoy es posible brindar al paciente una ayuda más oportuna: muchos tratamientos ofrecen un abordaje híbrido, que combina la tecnología audiológica con soporte psicológico.
Las rutas de alivio dependen de si el paciente presenta pérdida auditiva. En ese caso, el tratamiento de primera línea incluye el uso de audífonos que cumplen una doble función: mejorar la audición del entorno y emitir un sonido programado que ayuda a enmascarar o distraer la percepción del zumbido original. En los casos en los que el paciente no presenta pérdida auditiva, puede utilizarse un dispositivo similar, que opera únicamente como generador de ruido para estimular la vía auditiva.La intervención en salud mental es crucial para gestionar las secuelas emocionales de la condición. En casos moderados a severos, la terapia cognitivo-conductual (TCC) se ha posicionado como una opción con "evidencia científica muy sólida", de acuerdo con el doctor Ordoñez. El propósito fundamental de la TCC es ayudar al paciente a modificar su respuesta emocional y cognitiva al ruido. Al cambiar la manera en que el cerebro reacciona al tinnitus, pasando de un estado de alarma a una neutralidad de fondo, se logra reducir significativamente la irritabilidad, la ansiedad y los problemas de insomnio. En casos severos, el apoyo psiquiátrico puede ser necesario para manejar los estados emocionales que disminuyen la calidad de vida.
Cuidados cotidianos
No podemos controlar todas las causas del tinnitus; sin embargo, los cuidados diarios son fundamentales para prevenir el de tipo no pulsátil. El doctor Ordoñez subraya la importancia de adoptar una cultura de protección auditiva. Esto implica evitar la exposición frecuente a volúmenes altos. En ambientes especialmente ruidosos, como las construcciones, se recomienda usar tapaoídos.


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