Pasar al contenido principal
Bienestar Colsanitas

El nido vacío

Ilustración
:
'

Cuando los hijos se van de la casa puede aparecer lo que se conoce como el síndrome del nido vacío. Aprenda a convertir este momento en una oportunidad.

SEPARADOR

D

espués de 35 años de matrimonio, Gloria** está en un proceso de reencuentro con su esposo. Los dos se han quedado solos en la casa; hace unos meses el menor de sus dos hijos se fue, y su hija hace tres años vive en otro país. Contrario a la tristeza y a la sensación de abandono que muchas otras parejas dicen sentir cuando los hijos se van de la casa, Gloria y su marido han aprovechado esta época para redefinir su vida de pareja. “Mi esposo y yo hemos aprendido a disfrutar nuestro nuevo estado, nos reencontramos. En realidad, la salida de mis hijos de la casa me ayudó a valorar mucho la mutua compañía”, afirma.

La pareja ha logrado atravesar sin dificultad lo que se conoce como el síndrome del nido vacío, es decir, “el proceso que se da en la familia cuando los hijos se van de la casa definitivamente”, señala la psiquiatra Ana Millán. Y agrega: “Los papás quedan con una sensación permanente de desamparo, abandono, inquietud, sin que constituya un síndrome psiquiátrico o una patología. La pareja no encuentra qué hacer con el tiempo disponible. Se espera que los padres sin hijos en casa vivan una etapa de libertad y gozo, porque la energía que dedicaban a cuidar a los hijos ahora la pueden invertir en el autocuidado o en el cuidado de la pareja”. Pero no siempre es así.

Gloria explica que ella no ha sentido tristeza ni abandono; su único sentimiento difícil ha sido no poder hacer más por sus hijos en el día a día. Por ejemplo, no acompañar a su hija, que vive en Canadá, cuando tiene gripa o está triste. Esa fue su mayor preocupación cuando cada uno de sus hijos se fue: no estar presente para lo que ellos llegaran a necesitar.

Por lo demás, dice, ella no ha sentido dolor ni tristeza. Su sentimiento ha sido un deseo muy grande de que a sus hijos les vaya bien. Está tranquila porque sabe que ambos están llevado sus propias vidas y porque, a pesar de la distancia, siempre están en contacto.

"​‌​

Este momento puede coincidir con la jubilación. Por lo cual, el tiempo libre puede utilizarse en un hobbie olvidado, en estudiar o en practicar algún deporte”. 

Las parejas más propensas a sufrir el síndrome de nido vacío, explica la psiquiatra Millán, son aquellas que no desarrollan un proyecto de vida individual y de pareja, sino que organizaron toda su cotidianidad alrededor de los hijos. “Se van los hijos a hacer su propia vida, a estudiar o a formar una familia, y los papás se quedan sin plan”. No tienen amigos ni pasatiempos, y el riesgo grande es que pueden pasar de un proceso normal de adaptación al cambio y a la soledad, a cuadros de depresión, de ansiedad o, incluso, de psicosis.

Según Marcela Valle Cuéllar, psicóloga y directora del Centro de Atención Familiar Sanar Psicoterapia, todas las parejas pueden llegar a sentir el síndrome del nido vacío; la diferencia es su intensidad. Todo depende de la capacidad de los padres para adaptarse a los cambios y a su propósito de vida. “Es responsabilidad de los padres encontrar las maneras de darles un nuevo sentido a sus vidas”, afirma la psicóloga.

Por su parte, la doctora Millán explica que el síndrome del nido vacío es un fenómeno de la modernidad. Anteriormente, con el modelo de familia ampliada, nunca había nido vacío, porque las nuevas generaciones seguían viviendo en la casa paterna y allí cuidaban a los abuelos y a los niños entre toda la familia.

Padres4

Una nueva oportunidad

De acuerdo con las expertas consultadas, lo mejor para evitar que la partida de los hijos se convierta en un problema mayores, ante todo, prevenir. La pareja debe crear o restablecer relaciones con amigos, primos, vecinos, compañeros del colegio o la universidad. En segundo lugar, debe tener intereses y motivaciones fuera de la crianza; y tercero, aceptar que la vida es transitoria y que solo una parte de ese camino se recorre con los hijos. “Psicológicamente es necesario que ellos se vayan y desplieguen sus alas para enfrentar la vida adulta”, explica la doctora Millán.

Es fundamental que los padres hablen sobre lo que están viviendo, que expresen sus sentimientos y emociones, su tristeza, dolor, inquietudes y miedos. “Esto los hará unirse más y buscar soluciones conjuntas”, afirma la doctora Valle Cuéllar.

Esta nueva faceta familiar que llega con la partida de los hijos puede ser vista como una oportunidad para empezar una nueva vida o retomar gustos y aficiones abandonados por la difícil tarea de criar a los hijos. En muchas ocasiones, este momento coincide con la jubilación, con lo cual el tiempo libre se multiplica y puede utilizarse en actividades de interés. Recuperar un hobbie olvidado, estudiar nuevamente o practicar algún deporte son algunas alternativas. Gloria y su esposo, por ejemplo, ya están jubilados, pero siguen trabajando. Han comenzado a realizar actividades en compañía, como jugar tenis, salir a caminar, cocinar, ver películas en casa y viajar.

En cuanto a la relación con los hijos, explica Valle, esta no se pierde, solo se transforma: “Toma un carácter diferente, ya que ahora es una relación más horizontal, entre adultos que tienen la responsabilidad de tomar las riendas de sus vidas”.

PADRES5

¿Qué hacer?

Para convertir en una oportunidad la salida de los hijos de la casa, usted puede:

• Comenzar a hacer ejercicio.

• Buscar a aquellos amigos con quienes hace tiempo no habla y reunirse con ellos.

• Estudiar nuevamente. Existen muchas opciones de cursos y diplomados, tanto presenciales como por internet, sobre diversos temas y para todos los intereses.

• Aprovechar el tiempo para viajar y conocer lugares que siempre quiso visitar.

• Aprender a hacer algo nuevo, como cocinar, pintar, escribir o tocar un instrumento. Nunca es tarde: son muchas las personas que después de jubilarse han decidido realizar un sueño de infancia o de juventud.

• Practicar yoga, meditación o mindfulness, actividades que pueden generar bienestar físico y emocional, y ayudar a ver la vida en una forma más serena y tranquila.

SEPARADOR

'
Catalina Gallo

Periodista independiente colombiana. Autora del libro Mi bipolaridad y sus maremotos (Planeta).