Pasar al contenido principal
Bienestar Colsanitas

Cuidados de la piel durante las vacaciones

Durante las vacaciones cambiamos de rutinas y, muchas veces, cambiamos también de clima. Nuestra piel siente estas variaciones de manera particular. Dos profesionales comparten algunas recomendaciones.

SEPARADOR

D

urante las vacaciones sucede algo extraño en la mayoría de nosotros: ni el sol ni la lluvia parecen amedrentarnos para salir a aprovechar el día. De hecho, sucede lo contrario, el calor y el frío son motivos para disfrutar del descanso sin pararle bolas al pronóstico del clima. Pero luego volvemos a la rutina y nos damos cuenta de que estamos rojos como un camarón o de que tenemos la piel igual de seca a un pergamino viejo. A veces olvidamos que en las vacaciones debemos cuidarnos igual o incluso más que el resto del año.

Las variaciones drásticas del clima le hacen daño a la piel de formas irreparables. Por esto es importante revisar el pronóstico del clima o al menos mirar el cielo antes de salir, para ver qué ropa es más adecuada y qué debemos aplicarnos para proteger la piel.

Fabio Cahen, gerente de Cuidado Personal y del Hogar de BASF para Colombia, asegura que “El cuerpo responde de manera distinta a los cambios de clima. Por ejemplo, en invierno, las temperaturas muy frías disminuyen la hidratación y la función protectora de la piel, lo que ocasiona resequedad en algunas zonas. Y en ambientes cálidos la piel tiende a tornarse más oleosa, con la consecuente irritación y daño oxidativo subyacente causados por el aumento a la exposición solar”.

Si el asunto es cuidar la piel de formas diferentes con cada tipo de clima, todo parece complicado. Por eso recogimos algunas indicaciones básicas para disfrutar de la temporada de vacaciones sin llevarnos sorpresas frente al espejo cuando volvamos a la rutina.

CUIDADO PIEL VACACIONES 1

Para clima cálido

La playa, la piscina y por tanto los lugares con sol picante suelen quemar y deshidratar la piel. Vacacionar en tierra caliente implica estar expuestos constantemente a la luz solar, a niveles altos de humedad y a cambios de temperatura por el aire acondicionado que afectan la epidermis (primera capa de la piel).

Para este tipo de clima es indispensable el uso de protector solar que repela los rayos UV (ultravioleta), UVA (de onda larga que provocan envejecimiento) y UVB (de onda corta que provocan el bronceado). También productos hidratantes como cremas, geles y aceites, que los hay para todos los gustos y tipos de piel.

Para clima templado

Pasar las vacaciones en una ciudad que esté muy por encima del nivel del mar —cuyo clima no sea un horno pero tampoco una nevera, tipo Bogotá—, implica el uso diario de protector solar contra los rayos UV, UVA y UVB, a los que estamos expuestos aunque el sol sea efímero. Astrid Ruiz, dermatóloga adscrita a Colsanitas, explica que “tenemos un mecanismo natural para responder al foto-daño de la piel, pero cuando la exposición a estos rayos sobrepasa nuestra capacidad de regeneración se producen células cancerígenas".

Este tipo de clima obliga al uso de protector solar y, al mismo tiempo, es ideal para llevar a cabo tratamientos cutáneos que incluyan antioxidantes para reducir el foto-envejecimiento.

Para clima frío

El aire seco y cortante de las locaciones frías suele resecar seriamente la piel al deteriorar la epidermis. Bajo ninguna circunstancia, la ausencia de sol significa guardar el bloqueador solar en el último rincón de la maleta. Los rayos UVA y UVB están presenten incluso cuando el cielo es gris y está lleno de nubes. Por esto los especialistas en el tema recomiendan utilizar protector solar con un porcentaje de barrera al menos de 30 FPS en cara, manos y cuello. Y acompañar esta precaución con cremas hidratantes en varios momentos del día.

Quedarse en casa

No salir y quedarnos en casa también es otra forma de disfrutar las vacaciones. Pero incluso en estos casos, la piel puede sufrir con nuestros descuidos. La radiación ultravioleta que producen las pantallas de algunos computadores, tabletas, celulares y lámparas fluorescentes ocasiona lesiones leves en la piel. Cuando estamos muy cerca estos rayos penetran en la piel, y desarrollan manchas y signos de envejecimiento prematuro evidentes.Cuando estemos en casa es necesario ser muy conscientes del tiempo y la distancia que pasamos frente a las pantallas, y usar protector solar por lo menos una vez al día.

Como siempre insistimos, la mejor recomendación es visitar al dermatólogo de confianza si se tiene, o a un profesional de esta especialidad, antes de viajar.