Pasar al contenido principal
Bienestar Colsanitas

Consejos para elegir el jardín o colegio ideal

Más allá del proyecto pedagógico, las familias necesitan conocer protocolos sobre manejo de conflictos, acoso escolar, prevención de drogas o necesidades especiales.

SEPARADOR

Mientras la selección de jardín infantil la hacen los padres sin conocer mucho los intereses de su hijo, definir el colegio en donde estará por lo menos 12 años, es una tarea que requiere evaluar más aspectos, de forma y fondo. 

Con base en las recomendaciones de Elizabeth Linares Pardo, magíster en psicología y docente de Unisanitas; y de Juanita Boada, coach en temas de crianza y asesora de familias en materia de educación, elaboramos esta guía para padres sobre los aspectos más relevantes a la hora de escoger jardín infantil y colegio.

El Jardín infantil

Como dice la doctora Boada, “el jardín debe ser el lugar más parecido a la casa, uno donde el niño se sienta protegido y amado; que tenga espacios lúdicos donde pueda socializar, que cuente con personal preparado y cumpla con las normas de la secretaría de integración y salud de la ciudad”.

Sin embargo, dice la doctora Linares que “aunque existen jardines que tienen convenio con ciertos colegios, es una presión innecesaria porque es un proceso de conocer a un niño entre los dos a tres años y no sabemos cuál es realmente su perfil, sus fortalezas o debilidades. Debemos darnos el tiempo para ir conociendo a nuestros hijos, con el fin de tomar decisiones más ajustadas a su personalidad”.

En tal sentido, tanto Boada como Linares recomiendan apoyarse en las características que evidencien las profesoras del jardín infantil, ellas con su experiencia podrán conocer los gustos y habilidades del niño, para ir perfilando el colegio que podrá ajustarse a sus intereses. Para la búsqueda de jardines infantiles se recomienda tener en cuenta:

-Que les provean actividades significativas lúdicas para estimular dimensiones motrices gruesa y fina, y el área cognitiva, con amor y tranquilidad.

-No se recomiendan jardines con tabletas o computadores, pues en esta primera etapa el niño necesita jugar en la arenera, con la pelota, hacer amigos, desarrollar actividades que estimulen su movimiento.

-Que tenga normas claras de seguridad en cuanto al sitio, medidas de prevención de riesgos y protocolos de bioseguridad (medidas contra covid-19).

-Que cuente con protocolos establecidos de seguridad en cuanto a transporte y medidas concretas sobre las personas autorizadas para llevar y recoger a los pequeños. 

-Que exista una comunicación fluida y empática con la directora.

-Es recomendable conocer el aval del jardín con el fin de conocer si cumple con los permisos de funcionamiento requeridos. 

El colegio, un matrimonio de 12 años

Antes se buscaba el colegio más cercano, en el que por tradición estudiaban padres, hermanos, tíos. Hoy la oferta es amplia y hay un abanico de dónde escoger, “gracias al desarrollo de la neurociencia sabemos que cada ser es un mundo diferente”, comenta Juanita Boada y, con relación a esto, menciona los tres tipos de colegio que identifica actualmente: 

- Cubeta de hielo: donde los chicos deben amoldarse a una estructura cuadriculada.

- Plastilina: se amoldan a las características de una familia y a las fortalezas, debilidades e intereses del alumno. 

KINDERGARDEN CUERPOTEXTO

- Centro: utilizan cosas del modelo tradicional como la disciplina y la repetición, pero también les permiten a los chicos trabajar a través de experiencias significativas y de proyectos, donde los niños tienen más voz.

Tanto para Boada como para Linares, la clave está en conocer a fondo el proyecto del colegio y ver si son compatibles con los intereses y perfil del estudiante. 

Recomendaciones

De forma

- La primera pregunta que se debe hacer una familia es: ¿cuál es mi modelo pedagógico familiar? ¿Qué tipo de disciplina consideran la más adecuada? Los padres deben estar de acuerdo, independientemente de si están juntos o no. 

- Conocer la jornada que maneja el colegio es muy importante. Hay planteles que tienen jornada hasta las 5 de la tarde y eso se acomoda a las rutinas laborales de los padres; o, de pronto, el hijo es deportista y necesita una jornada más corta para asistir a entrenamientos fuera del colegio. También evalúe si le va mejor un colegio de calendario A o B.

- Si es un modelo personalizado, cuántos alumnos hay por clase. 

- Analizar si quieren un colegio con modelo colombiano, americano o europeo. Eso depende de las dinámicas de vida de la familia.

- La ubicación es primordial. No es recomendable que el niño pase más de 50 minutos en una ruta escolar, serían más de dos horas diarias, es decir, cerca de diez horas semanales en un bus.

- Revisar las actividades curriculares que ofrece: si están dentro del horario escolar o por fuera. 

- Si es mixto o no, y qué buscan los padres.  

- Determinar qué tipo de alimentación necesita su hijo, sobre todo cuando hay requerimientos especiales. Hay colegios que ofrecen diferentes alternativas para niños con dificultades alimenticias.

- Por supuesto, hay que estudiar los costos. 

De fondo

- Cada colegio tiene un ADN, una filosofía y unas posturas, por ello debe ser un socio que tenga los mismos valores de la familia. Es bueno conocer la historia del colegio, por qué y quiénes lo fundaron. 

- ¿Cuál es la misión y la visión del colegio, cuál es la promesa de valor, qué tipo de ciudadano forma y cómo apoya en la formación de su hijo?  

- Qué tipo de énfasis tiene: hay colegios con énfasis en lo humanístico, lo artístico, lo deportivo, lo tecnológico o el desarrollo emocional. 

- Es indispensable asistir a las charlas informativas, es allí donde el colegio presenta su proyecto educativo y su modelo, es el espacio para hacer preguntas y determinar conjuntamente qué se espera de la formación del hijo y qué ofrece el colegio para su perfil. 

- Cuál es la formación espiritual o religiosa. No puedo ir en contra de la corriente del colegio. Hay que ser coherente con la filosofía de vida que hay en casa. No elija un colegio católico cuando no hay esa creencia en casa, por ejemplo. 

- Estudiar el tipo de comunidad (familias) que conoceré en el colegio. Recuerde, esa es una relación de 12 a 13 años.   

- Si hay requerimientos especiales por distintos tipos de condiciones del hijo, estudiar si el colegio tiene acompañamiento en programas de inclusión. Por ejemplo, un colegio incluyente es un lugar en donde se reconoce la neurodiversidad.

- Si tiene el colegio un departamento de desarrollo humano: cómo y quién maneja los temas de conflicto emocional y afectivo, el manejo del acoso escolar, el programa de prevención de sustancias psicoactivas, el uso de la tecnología.

- Si hay que cambiar de colegio, no pasa nada. Es importante reconocer a tiempo que no es el plantel para el hijo, evaluar sus necesidades y tomar la decisión sin remordimiento.

 

*Periodista especializada en maternidad y crianza.

SEPARADOR