Pasar al contenido principal
Cultura e identidad afro

Africabellos: el lugar donde el cabello y la cultura reivindican la identidad afro

Fotografía
:

En Cali, Edna Liliana Valencia y Robert Álvarez han tejido un espacio único: un centro de estética y de identidad afro que va más allá de los peinados para convertirse en un acto político, cultural y artístico.

En una esquina del sur de Cali las manos de Edna Liliana Valencia definen con paciencia la textura de un cabello rizado. A su lado, Robert Álvarez da forma a un corte mientras explica por qué es importante conocer el cabello afro y cómo hay que cuidarlo. 

Estamos en Africabellos, un salón de belleza que la pareja abrió hace tres años. “Durante siglos nos hicieron creer que nuestro cabello era malo o feo —dice Edna Liliana—. Africabellos nace para decir lo contrario: nuestro pelo es un símbolo de dignidad y libertad”. 

Edna Liliana creció escuchando que el afro era sinónimo de “suciedad” y “desorden”. Desde muy joven comprendió que el cabello no era solo una cuestión estética: “Nos negaron entrar al colegio con nuestro cabello natural, nos cerraron puertas de trabajo porque supuestamente no nos veíamos ‘profesionales’. Hubo mujeres con problemas de salud como alopecia o enfermedades respiratorias por químicos alisadores. Este no es un tema superficial, es un tema de derechos: es educación, empleo, salud, libertad”, cuenta.

Africabellos recibe a personas negras de todas las edades que quieren aprender a cuidar su cabello o comenzar a llevarlo de forma natural con dignidad. “Aquí no trasquilamos, no alisamos, no dañamos el cabello ni la autoestima —explica Edna Liliana—. Africabellos es un lugar seguro para la identidad y para quien nos visita”.

Edna Liliana en Africabellos.
Mientras define rizos, comparte también las ideas que
guían su proyecto: dignidad, historia y autocuidado.
Robert Álvarez trabajando en el salón.
Su oficio une estética y cultura; cada peinado, definición
y corte es también una afirmación de identidad.
Peines y manos en detalle.
Objetos cotidianos que aquí se convierten
en símbolos de resistencia y cuidado colectivo.

En el proyecto también participan otros miembros de la familia de Edna Liliana: su hermano, Óscar; su madre, Emerenciana, y su tía Marlene. Juntos levantaron un salón en el que no solo cortan y definen rizos, sino que también cosen turbantes y diseñan gorros de satín. Un refugio donde se leen libros, se proyectan documentales, se conversa sobre historia afrodescendiente y se intercambian saberes de cuidado. En las paredes cuelgan retratos de Malcolm X, Nina Simone y Martin Luther King, referentes que han inspirado su labor.  

“Africabellos es mucho más que una peluquería —dice Edna Liliana—. Es un espacio para vivir nuestras cuerpas negras en total libertad. Aquí celebramos lo que somos sin químicos que alisen nuestro cabello ni palabras que intenten derribar nuestra identidad”.

El activismo de Edna Liliana y Robert no se queda en el salón. Hacen brigadas de salud capilar en pueblos del Pacífico y ciudades de América Latina para enseñarle a la gente a cuidar el pelo afro, y extienden su mensaje a través del arte.

Retrato conjunto de Edna y Robert en el festival.
La pareja que fundó Africabellos expande su mensaje en escenarios como el Petronio Álvarez, el encuentro cultural más importante del Pacífico colombiano.
Retrato conjunto de Edna y Robert en el festival.
La pareja que fundó Africabellos expande su mensaje en escenarios como el Petronio Álvarez, el encuentro cultural más importante del Pacífico colombiano.
Retrato conjunto de Edna y Robert en el festival.
La pareja que fundó Africabellos expande su mensaje en escenarios como el Petronio Álvarez, el encuentro cultural más importante del Pacífico colombiano.

Edna Liliana asesoró al equipo de Encanto, la película de Disney, en la creación de los personajes afro. Insistió mucho en que llevaran el pelo natural para no seguir reforzando estereotipos. En 2022, publicó El racismo y yo, un libro en el que reflexiona sobre el cabello como instrumento político y narra la historia de su “transición capilar”: el momento en que decidió dejar de usar químicos alisantes y relacionarse con su pelo de una manera distinta.

Ese mismo año, Robert —quien hace música bajo el nombre Robe L Ninho— lanzó un himno al pelo afro titulado “Cabello bello”. En el video de “Cimarrón”, uno de sus hits más recientes, reivindica el trenzado, que sirvió como forma de comunicación y cartografía a las personas esclavizadas.

Estilistas y artistas, Edna Liliana y Robert han creado un proyecto integral en el que el pelo, las letras y la música cuentan una misma historia de resistencia. Una historia que afirma que la belleza afro no necesita permiso para existir en ningún lugar.

Este artículo hace parte de la edición 202 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.

Laura Daniela Soto Patiño

Laura Soto es periodista y redactora de Bienestar y Bacánika. Bumanguesa de nacimiento, boyacense de corazón y bogotana por adopción. Vive con su gata Morita y sus orquídeas. Romántica irremediable, le toma fotos a la comida y ama a su familia más que a nada en el mundo.