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Bienestar Colsanitas

Qué es el monitoreo continuo de la glucosa

La medición rigurosa y frecuente de los niveles de glucosa en la sangre es indispensable para un efectivo control de la diabetes.

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Las primeras mediciones de glucosa, y así fue durante décadas, se hacían en la orina. Aunque los pacientes podían realizar estas mediciones en la comodidad del hogar, se comprobó que estas pruebas eran deficientes pues no proporcionaban información sobre la hipoglucemia y no eran exactas. Actualmente estas pruebas se hacen en casos muy específicos, cuando no se puede hacer la prueba en la sangre.

En 1965 se creó la tira reactiva de glucosa colorimétrica y se utilizó en el primer medidor de glucosa en sangre en 1970. Desde entonces, el monitoreo de la glucosa en la sangre (BGM por sus siglas en inglés) empezó a ser el más usado. Sobre todo, cuando se demostró que había una correlación entre el mal control glucémico y las complicaciones de la diabetes

Las mediciones en sangre fueron determinantes para avanzar en el ajuste de las dosis de insulina. Hacer mediciones frecuentes y monitorear las variaciones permite analizar cómo está reaccionando el cuerpo frente a las dosis de medicamentos, tanto en la diabetes tipo 1 (insulinodependiente) como en la diabetes mellitus gestacional.

 glucosa monitoreo CUERPOTEXTO

Las mediciones en sangre también son útiles en pacientes con diabetes tipo 2 (no insulinodependiente), pues medir la glucosa y llevar un registro de los resultados orienta al médico tratante sobre dosis y planes que tendrán los mejores efectos. En 1999 se aprobó en los Estados Unidos el uso de un dispositivo de monitoreo continuo de glucosa (MCG o CGM, por sus siglas en inglés) que se implantaba debajo de la piel (es un filamento, similar al grosor de un cabello) y que a través de un sensor registraba los niveles de glucosa cada cinco minutos (o según la frecuencia con la que se programe), durante las 24 horas del día. La tecnología de este tipo de dispositivos ha ido avanzando desde entonces: cada vez son más precisos y fáciles de manejar. De esta forma, los pacientes con diabetes pueden saber sus niveles de glucosa en tiempo real.

Una ventaja del monitoreo continuo es que puede alertar si el paciente tiene un episodio de hipo o hiperglucemia, y esto aumenta la velocidad de reacción. Y además de mostrar los niveles de glucosa en tiempo real, puede predecir sus fluctuaciones en un periodo determinado. Los dispositivos de última generación transmiten los datos al teléfono inteligente, y a través de una aplicación el paciente puede monitorear continuamente el comportamiento de la glucosa sin necesidad de realizarse pinchazos rutinarios.

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“Un buen control de la enfermedad previene e incluso retarda la aparición o desarrollo de complicaciones asociadas a la diabetes (lesiones nerviosas, oculares, renales y vasculares)”.

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A diferencia de los glucómetros, los dispositivos de monitorización continua pueden hacer unas 288 lecturas de glucosa por día (depende de los lapsos para los que se programe). Mientras que el glucómetro requiere de un pinchazo para tomar la muestra de sangre, que normalmente se hace en momentos específicos, como antes y después de las comidas. Hay especialistas que no descartan el uso de ambos aparatos.

Usar uno u otro dependerá de las recomendaciones del médico y de la conveniencia de cada paciente. No hay que olvidar las recomendaciones básicas para controlar la diabetes: un plan de comidas supervisado por un especialista, actividad física regular y medicamentos (pastillas o insulina), y claro, los controles diarios de la glucosa, para mantenerse dentro del rango deseado. Un buen control de la enfermedad previene e incluso retarda la aparición o desarrollo de complicaciones asociadas a la diabetes (lesiones nerviosas, oculares, renales y vasculares).

  

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