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Bienestar Colsanitas

Los diabéticos y la buena vida

Todos los seres humanos deberíamos comer como los diabéticos. ¿Por qué? Una experta de Colsanitas explica este secreto para la buena vida.

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os diabéticos tienen niveles muy altos de glucosa —azúcar— en la sangre porque no producen suficiente insulina, o la producen pero su organismo no la usa adecuadamente, y entonces la glucosa no tiene manera de ser conducida a las células para suministrarles energía. Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar graves problemas en los órganos o en el sistema nervioso.

“La alimentación que se le recomienda a los diabéticos es la que deberíamos seguir todos, porque es la dieta ideal para todo ser humano”, sentencia Alexandra Franco, nutricionista del Programa de Diabetes de Colsanitas desde hace 13 años. La especialista dice que las reglas que deben cumplir quienes tienen diabetes se fundamentan en tres pilares: no es necesario el dulce para vivir; se deben controlar las porciones de lo que se consume, y lo indicado es comer cinco o seis veces al día en pequeñas cantidades. Cuando una persona es diagnosticada con diabetes, lo primero que cambia en su vida es la dieta.

Cuando la nutricionista se refiere al dulce que se debería evitar, no distingue entre azúcar, miel o panela. Para ella es igual una cosa o la otra porque todos son carbohidratos que aportan grandes cantidades de calorías. “El dulce no sólo está presente en lo que es obvio: postres, helados y bizcochos. También está integrado a las bebidas azucaradas, jugos, té, etc., y el cuerpo no necesita este tipo de carbohidratos para proveerse de energía, vitaminas y minerales. Más bien este aporte energético lo deben hacer otros alimentos como las harinas, las frutas, la leche y las leguminosas. Entonces todo lo dulce se puede omitir”, advierte Franco.

Las guías para manejo de la enfermedad de la diabetes advierten que se pueden consumir pequeñas cantidades de dulce y mantener una alimentación sana: hasta cinco gramos al día. Por ejemplo, algunos productos de panadería, como el pan tajado o la mogolla, tienen azúcar pero no están contraindicados porque es mínima la cantidad que se usa en su preparación.

Para quienes no se acostumbran a vivir sin el dulce, existe la opción de los endulzantes artificiales, que no tienen calorías y algunos endulzan hasta 200 veces más que el azúcar. Aunque hay muchos mitos con respecto a su uso, la evidencia científica ha demostrado que son seguros para el consumo humano. Los que están probados por la ciencia son: Aspartame, stevia, sucralosa y acesulfame–K.

—Los diabéticos tampoco es que puedan consumir libremente los productos que llevan endulzante artificial en lugar de azúcar. Hay que tener en cuenta todos los componentes porque tal vez contenga harinas, grasa o leche que afecten los niveles de glucosa en la sangre —dice Franco.

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Para estar seguro de lo que se consume, la nutricionista recomienda leer las etiquetas y verificar los nutrientes que componen cada producto. Los diabéticos, especialmente, deben estar atentos a que el producto no contenga más de 5 gramos de azúcar, miel, panela o fructosa por porción. Para los ataques de ansiedad por el dulce, Franco sugiere comer un trozo de chocolate, gelatina o caramelos, siempre dietéticos.

La clave es la dieta equilibrada. Cuatro porciones de frutas y verduras por día representan un buen aporte de todos los nutrientes que el organismo necesita. Pero también hay que cuidar las cantidades de las frutas: el hecho de que sean naturales y sabrosas no implica que puedan comerse sin medida.

En resumen: cuidar la dieta, revisar muy bien lo que se consume, leer las etiquetas, tomar conciencia. Reglas básicas que funcionan para todos.

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