El Festival Cordillera, que cada septiembre llena el Parque Simón Bolívar de música latinoamericana, también se ha convertido en un referente de sostenibilidad en la región. Manejo de residuos, energía solar, inclusión social y protección de la biodiversidad son parte de su apuesta por demostrar que celebrar la cultura puede ir de la mano con cuidar el planeta.
En el Parque Simón Bolívar, cada septiembre vibra el pulso de Latinoamérica en forma de rock, reggae, ska y rap. Pero junto a los escenarios, otra celebración tiene lugar: la de la sostenibilidad. Cordillera no solo reúne a miles de asistentes y a los artistas más representativos de la región; también se ha consolidado como un laboratorio vivo de gestión ambiental, innovación y cultura ciudadana.
Desde la clasificación de residuos hasta el uso de energías renovables, pasando por la inclusión social de mujeres postpenadas y el cuidado de las aves que habitan en el parque, cada edición refuerza su compromiso con el planeta. “Nuestro objetivo es ser un festival residuo cero al relleno sanitario y convertirnos en un modelo de eventos responsables en la región”, asegura María Catalina Orjuela, directora de sostenibilidad de Páramo Presenta.
Residuos que se transforman
Desde el montaje hasta el desmontaje, el equipo de sostenibilidad de Páramo gestiona cada residuo. Los aprovechables se entregan a recicladores de oficio, los orgánicos se convierten en compost y los ordinarios, en combustible derivado de residuos (CDR).
En la edición de 2024, 90 recicladores de seis centros de acopio dentro del parque participaron en la gestión. Gracias a ellos, cada año aumenta la tasa de aprovechamiento y disminuyen los desechos enviados al relleno.

Ecoguardianas: sostenibilidad con rostro humano
Cordillera también apuesta por la inclusión social. Con apoyo de la Fundación Pazósfera, se creó el grupo de ecoguardianas: mujeres postpenadas que enseñan a los asistentes a separar los residuos en los puntos ecológicos.
En apenas un año, este programa ha generado 98 oportunidades de empleo y ha transformado los puntos de reciclaje en espacios pedagógicos. “Ellas están en cada estación, guían a la gente y demuestran que la sostenibilidad también puede ser una herramienta de resocialización”, explica Orjuela.


Energía que viene del sol
La infraestructura del festival también vibra con sostenibilidad. El Coke Studio, uno de sus escenarios más recientes, funciona con un sistema híbrido que combina 48 paneles solares y una batería de almacenamiento. Este año, por primera vez, el escenario principal incorporó la misma tecnología, lo que reducirá el consumo de fuentes tradicionales.
Además, la aldea de producción —el centro logístico y técnico del festival— también opera con un sistema híbrido, lo que asegura que la música se disfrute con un menor impacto ambiental.

Baños secos: agua que se ahorra con cada acorde
Uno de los cambios más comentados de la última versión fueron los baños secos. Para 2024, Páramo instaló 50 baños vivos, que funcionan gracias a microorganismos, y seis baños secos adicionales para artistas.
La diferencia es enorme: un inodoro convencional puede gastar hasta 50 litros de agua por descarga, mientras que en todo el festival estos sistemas apenas usaron dos litros. La innovación fue bien recibida: sin olores, sin contaminación y con la experiencia de ahorrar miles de litros en solo dos jornadas.
Biodiversidad bajo cuidado
El Parque Simón Bolívar es un ecosistema vivo, hogar de aves que anidan entre los árboles. Por eso, en alianza con la Secretaría de Ambiente, el IDRD, el Idiger y la Fundación Aves S.O.S., se realizan veedurías ambientales antes, durante y después del festival.
Se elaboran mapas de calor para ubicar nidos activos, se instalan señales para protegerlos y se orientan las luces de los escenarios para no afectar la fauna. “El festival convive con la naturaleza y buscamos que la música no opaque la vida que ya habita en el parque”, señala Orjuela.
En Cordillera, la sostenibilidad no es un adorno: es un esfuerzo compartido entre organizadores, instituciones, recicladores, voluntarios y asistentes. Cada botella en el lugar correcto, cada baño seco usado, cada kilovatio ahorrado cuenta.
“Lo que hacemos solo tiene sentido si la gente se suma”, concluye Orjuela. Y es cierto: entre cantos, pogos y aplausos, también resuena la música de un festival que celebra y cuida al mismo tiempo.
El Festival Cordillera 2025 se celebrará los días 13 y 14 de septiembre en el Parque Simón Bolívar de Bogotá. Su cartel incluye leyendas como Carlos Vives, Fito Páez, Serú Girán, Rubén Blades y Zoé, junto a una nueva generación de artistas latinoamericanos.
Las entradas generales aún están disponibles en Ticketmaster, con opciones de Combo General y VIP hasta agotar existencias. Una oportunidad para vivir la fuerza de la música latinoamericana y ser parte de un festival que ya es referente de sostenibilidad en la región.


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