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Bienestar Colsanitas

Manchas de la piel: origen y cuidados

No todas las manchas de la piel se ven tan bien o son inofensivas como las pecas. Una experta nos habló sobre factores, causas y tratamientos adecuados para evitar y combatir la hiperpigmentación. 

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as manchas en la piel son alteraciones en la uniformidad del color de una determinada zona de la piel y pueden ser desencadenadas por diversos factores. Entre estos, definitivamente, el más frecuente es la exposición solar. Por eso, cualquier medida destinada a combatir o prevenir la aparición de ellas debe estar asociada a la protección solar. Pero también se dan por la edad o por factores genéticos, hormonales y cosméticos. Aunque pueden existir manchas blancas o rojizas, la mayor cantidad de consultas al dermatólogo se da por las manchas de color pardo claro u oscuro. Este color se debe usualmente a un exceso del pigmento habitual de la piel (melanina), que puede deberse a un aumento en el número de células que lo produce o en la cantidad de pigmento en la zona.

Tipos de manchas más frecuentes 

Los nevus (lunares), las efélides (típicas pecas) y los lentigos solares. Las dos primeras suelen salir durante la infancia o la adolescencia y rara vez necesitan tratamiento. Otro tipo de mancha es el melasma, una alteración que se presenta casi siempre en mujeres, durante el embarazo o la menopausia, debido a alteraciones hormonales. El melasma es una mancha oscura que surge en el rostro, cerca de los cachetes y la frente. Estas alteraciones irritan los melanocitos que dejan las áreas más oscuras en determinadas áreas del rostro y generalmente aparecen o empeoran cuando la persona se queda mucho tiempo expuesta al sol.

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El melasma es una mancha oscura que surge en el rostro, cerca de los cachetes y la frente.

Manchas derivadas de la edad

El lentingo solar o senil suele aparecer en las zonas más expuestas al sol: rostro, cuello, manos, antebrazos. Por lo general, este tipo de manchas afecta al 90 % de las personas blancas de más de 50 años, aunque realmente todos los tipos de piel son susceptibles de desarrollarlo. 

Otros factores

Las pieles latinas tienen una predisposición a sufrir de manchas y aquí juega un papel importante la genética de la piel. Si a esto le sumamos la exposición solar o las actividades que requieren de mucho tiempo frente a pantallas, el resultado siempre será la hiperpigmentación. En el caso del melasma también se puede agravar con este tipo de luz, ya que induce a la formación de radicales libres que dañan en ADN y acelera la degradación de los componentes de la matriz extracelular, como el colágeno. Incluso podría generar también envejecimiento prematuro.

Las manchas y el cáncer de piel

No todas. Hay que diferenciar el tipo de manchas en la piel. Las pecas, los lentigos solares o el melasma no tienen riesgos de transformación maligna. Por otro lado, existen manchas rojas que son ásperas al tacto y algunas de ellas pueden tener hiperpigmentación en su superficie (queratosis actinicas); estas son precancerosas y sí podrían dar origen a un futuro cáncer de piel. Por eso deben ser diagnosticadas por el especialista dermatólogo. Otro tipo de cáncer al que debemos estar atentos es el letingo maligno. En este caso aparecen manchas oscuras asimétricas con bordes irregulares y varias tonalidades, desde un marrón claro hasta un color oscuro. Si una persona presenta este tipo de manchas debe acudir al médico especialista para un diagnóstico oportuno y la toma de una biopsia de piel, en el caso de sospechar este tipo de lesión.

La cifra
90% de las personas blancas de más de 50 años son afectadas por el lentigo solar o senil.

    

El nuevo teletrabajo

Durante la cuarentena los horarios de trabajo se han extendido. Muchas veces trabajamos hasta el anochecer frente al computador, con luz visible. Esto, sin duda, ha incrementado la aparición de melasma. 

Los 7 cuidados más importantes 

  1. Consultar al dermatólogo para iniciar un diagnóstico oportuno y eficiente del tipo de mancha.

  2. Usar diariamente serum o cremas con Vitamina C o antioxidantes.

  3. Usar protector solar por encima del factor SPS 50 y aplicarlo cada tres horas. 

  4.  Evitar exposición solar prolongada, especialmente en horas donde la radiación es mayor como al medio día. 

  5. Las manchas pueden tratarse con productos con diferentes sustancias: hidroquinona, arbutina, ácido fólico, derivados de la vitamina C y derivados de ácido retinoico.

  6. Hacerse exfoliaciones o peelings superficiales por manos de un profesional dermatólogo.

  7. El láser IPL (luz intensa pulsada) puede usarse sobre lentigos solares de cara y en dorso de manos. Pero no debe usarse sobre el melasma, ya que puede causar hiperpigmentación postinflamatoria.

  

*Periodista y productora. Colabora en medios de Colombia y México.

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Adriana Restrepo

Periodista, productora y cofundadora de Relatto.