Aprender a gestionar las emociones es hoy tan importante como cualquier conocimiento académico. Por eso, Coschool presenta dos cursos gratuitos enfocados en bienestar emocional y aprendizaje socioemocional.
En un contexto marcado por la prisa, la sobrecarga emocional y la dificultad para tramitar lo que sentimos, la educación emocional enfrenta un desafío que va más allá de los contenidos académicos. Hoy, aprender a ser más amables, a perdonar y a relacionarnos mejor con nosotros mismos y con los demás se ha vuelto una necesidad básica para el bienestar.
Desde ese lugar nace la propuesta de Coschool, una organización latinoamericana que ha trasnformado el aprendizaje socioemocional en una herramienta concreta de transformación y que ahora amplía su impacto con dos cursos gratuitos liderados por Mónica Fonseca y Natalia Ponce de León.
Desde 2014, Coschool trabaja para fortalecer habilidades socioemocionales en niños, jóvenes, docentes, directivos y familias, tanto del sector público como privado. Su enfoque le ha valido un reconocimiento internacional por parte de HundrED, organización con sede en Finlandia que identifica cada año las 100 innovaciones educativas más influyentes del mundo. La iniciativa fue destacada por su capacidad de generar impacto escalable, combinando rigor pedagógico, evidencia y alcance regional.
“Llevamos más de diez años trabajando en formación socioemocional. Hemos trabajado con más de 32.000 profesores y 25.000 jóvenes de forma directa, y estimamos que ya hemos impactado a más de un millón de personas de manera indirecta a través de los docentes”, explica Henry May, cofundador de Coschool.
Educación que pone el bienestar en el centro
El propósito de esta organización es generar cambios positivos y sostenibles en las personas, fortaleciendo habilidades como la empatía, la confianza, la autorregulación emocional y el sentido del propósito. Estas competencias, conocidas como habilidades socioemocionales, son fundamentales para el bienestar individual y colectivo, pero históricamente han tenido poco espacio dentro de los sistemas educativos tradicionales.
Para medir su impacto, Coschool trabaja de la mano de expertos en evaluación y utiliza instrumentos validados que permiten obtener resultados confiables. Además, hace parte de un esfuerzo colectivo por medir el aprendizaje socioemocional en Colombia, en alianza con organizaciones como IPA, IPSOS, la Universidad de los Andes, la University of Missouri–St. Louis, la University of Melbourne y la Fundación Corona.
“Trabajamos mucho en la formación de profesores, de los directivos de los colegios y también de las familias. Empezamos en Colombia, pero hoy ya hemos impactado a muchos países de la región”, señala May.
Uno de los pilares de Coschool es su modelo pedagógico EDUMOCIÓN, una metodología que integra educación, emoción y experiencia. Este enfoque se basa en la educación experiencial y en prácticas respaldadas por la evidencia, permitiendo explorar distintas dimensiones del aprendizaje socioemocional. Las intervenciones están diseñadas a partir de cuatro componentes clave: sentir, pensar, actuar y reflexionar, entendiendo que el bienestar se construye cuando las emociones se reconocen, se comprenden y se traducen en acciones conscientes.
EduMotion: ponerle más emoción a la educación
EduMotion es la plataforma digital de Coschool que concentra recursos, herramientas y formaciones enfocadas en el bienestar emocional y el desarrollo del carácter en estudiantes, docentes y familias de toda América Latina. “Es nuestra apuesta para ponerle más emoción a la educación. Allí ofrecemos distintos recursos y oportunidades para fortalecer el aprendizaje socioemocional”, explica su cofundador.
Como parte de su apuesta por democratizar el acceso al aprendizaje socioemocional, Coschool lanzó dos nuevos cursos gratuitos liderados por Mónica Fonseca y Natalia Ponce de León a través de esta plataforma abiertos a cualquier persona. Ambos programas son cortos, con una duración inferior a 90 minutos y completamente gratuitos.
El curso Mucho más amable, liderado por Mónica Fonseca, propone una reflexión práctica sobre la bondad y la amabilidad como habilidades entrenables, necesarias en un mundo cada vez más fragmentado. No se trata de grandes gestos, sino de acciones pequeñas y constantes. “La amabilidad y la bondad son cosas que el mundo necesita siempre, pero muchas veces no hemos aprendido realmente qué son ni cómo funcionan”, añade Henry.
El segundo curso, Perdonar lo imperdonable, está a cargo de Natalia Ponce de León y aborda el perdón como una herramienta de desarrollo personal. “Es un curso en el que miramos en profundidad el tema del perdón: cómo perdonarnos a nosotros mismos, cómo perdonar a los demás y cómo usar el perdón como una herramienta para alcanzar nuestro potencial”, explica May.
Pequeñas acciones que generan grandes cambios
Uno de los mensajes centrales del trabajo de esta organización es que habilidades como la empatía o la confianza no se construyen de una sola vez. Según May: “No es algo que hacemos una vez al año sino algo que se construye con microacciones todos los días. Se trata de poner canica tras canica. Todos somos capaces de ser un uno por ciento mejores cada día”.
A futuro, Coschool busca escalar sus programas en colegios públicos y llegar a más niños y jóvenes en la región. “Estamos convencidos de que estas herramientas deben llegar a la próxima generación”, afirma May, y destaca la importancia de seguir construyendo alianzas. “Estamos muy abiertos a seguir colaborando con personajes referentes como Mónica Fonseca y Natalia Ponce de León, y a crear nuevas propuestas que le agreguen valor a la sociedad”, concluye.
En un momento en el que el bienestar emocional se vuelve un tema urgente, Coschool demuestra que educar también es aprender a sentir, a reparar y a relacionarnos mejor. Y que cuando estas herramientas se comparten de forma abierta y gratuita, el impacto puede multiplicarse.
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