Cony Camelo: conciencia y armonía

Actualmente, su vida se divide entre Colombia y México, los dos países que la han acogido con grandes oportunidades laborales. “Creo que el mercado se ha abierto mucho más en los últimos años. Con el tiempo, hemos aprendido a contar otro tipo de historias que han abandonado el cliché de la telenovela con el rico que se enamora de la pobre. Y viene una época mucho más interesante en la que los colombianos vamos a poder hablar de nuestra guerra, por ejemplo, desde la visión de un excombatiente de las FARC que puede acceder a un premio del MinTIC para contar su lado de la historia”, agrega Cony.

¿Qué significa el arte en su vida?

Yo creo que el arte es libertad. Desde niña he sido muy sensible al dolor humano y encontré en el arte una manera de sacar ese dolor social componiendo canciones, creando personajes, explorando otros mundos. El arte te permite imaginar una realidad diferente a la que vemos todos los días, te permite soñar y eso es un acto de libertad para mí. 

Es muy activa en redes sociales cuando se trata de promover ciertas causas sociales. ¿Con qué causas se conecta?

Llevo años siguiendo las mismas causas que, en esencia, son dos: medioambiente y defensa de los derechos humanos. Todo lo que esté en ese marco tiene toda mi atención. He trabajado desde temas con el Páramo de Santurbán, en Santander, hasta con comunidades indígenas del Chocó.

¿Qué es el bienestar para Constanza Camelo?

Es poder dedicarme tiempo suficiente. Tener tiempo para cocinar mis alimentos, para mover mi cuerpo, para reciclar, para vivir en armonía con lo que me rodea, para meditar, para, al menos una vez al año, poder ir a la playa, que es el lugar al que voy cuando quiero sentirme feliz y en calma: meterme al mar y “limpiarme el internet del cuerpo”. Para mí el bienestar requiere tiempo. Y, sí, en la mayoría de los casos poder contar con ese tiempo es un lujo, aunque no debería ser así. 

En ese orden de ideas, ¿cuáles son esas rutinas diarias que le producen  bienestar?

Lo primero que hago al levantarme es meditar. Todos los días consumo vegetales y frutas, me gusta cocinar mis propias comidas, hago ejercicio. Desde hace un tiempo estoy enfocada en cuidar mis articulaciones y mi columna vertebral, así que me he dedicado a aprender distintos estiramientos y ejercicios de movilidad para todo el cuerpo. También me gustan las mascarillas faciales, así que pruebo constantemente.

¿Cómo es su alimentación?

Trato de comer lo más natural posible y soy pescetariana. No como pollo ni carnes rojas, por salud y por una razón ambiental. Tampoco consumo azúcar o harinas refinadas. Incluyo todos los verdes y frutas posibles en mi dieta y, adicionalmente, hago ayuno intermitente. 

Espiritualmente, ¿con qué se conecta?

Con el universo, en realidad. En cuanto a mantras, tengo bastantes. Sin embargo, me gusta la oración de San Francisco de Asís y la repito mucho últimamente. 

¿Cuáles son sus planes a futuro?

Estoy preparando un lanzamiento musical este año. Por otra parte, estoy abriendo mercado y buscando nuevas oportunidades en México. Hace un par de años trabajé en dos producciones allá.  Además de eso, tengo un proyecto  junto a RCN que seguramente saldrá este 2024.

Por último, ¿qué cosas no son negociables en su vida?

La justicia y la ética. Eso no se negocia.