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Bienestar Colsanitas

El duelo visto por una artista

Fotografía
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La pandemia nos ha impuesto elaborar el duelo sin la posibilidad de despedirnos de un ser querido. La artista visual Erika Diettes, reflexiona sobre esto.

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D

esde hace más de una década he retratado el dolor de la pérdida. Mi obra es un homenaje a las víctimas del conflicto y al mismo tiempo la única vía que encuentran los familiares para iniciar el tránsito del duelo. En esta fotogalería, reflexiono sobre las muertes que ha dejado la pandemia y trazo un paralelismo con el duelo permanente que ha vivido Colombia en décadas de conflicto.

Durante toda mi carrera artística y como fotógrafa, he conversado con más de 400 víctimas del conflicto armado. A través de sus historias he podido entender que Colombia es un país en duelo. Ahora, en medio de la pandemia, la muerte es un tema que nos acecha muy de cerca.

Duelo durante la pandemia Erika Diettes

Mis oídos no se han acostumbrado al horror: hay un nivel de crueldad que no deja de sorprenderme. Es la inmensa crueldad de la desaparición. En Colombia se han negado los ritos fúnebres. Los dolientes deben hacer un duelo privado porque no pueden llevarle flores, ni cantarle y muchas veces ni siquiera pueden enterrarlos; se les imposibilita ese ritual de despedida, tan importante para comenzar a sanar el dolor de la pérdida. Un duelo que no empieza es un duelo que no va a poder terminar.

Duelo durante la pandemia Erika Diettes

Desde las primeras exposiciones en las zonas de conflicto, en Granada y La Unión (Antioquia), entendí que los dolientes de esas víctimas encontraban en ese espacio un lugar para iniciar el duelo. Espontáneamente llevaban velas, cantaban y oraban. La exposición se convertía, sin proponérmelo, en un acto simbólico. Me di cuenta de lo que estaba significando la obra para la gente. Era una forma de volver digna esa memoria. Mis fotos eran la única tumba posible para una madre que nunca podrá saber el paradero de su hijo, seguramente asesinado. O peor: desaparecido.

El duelo durante la pandemia

Por cuenta del conflicto armado, se vulnera el derecho de poder llorar en voz alta, en público, el de enterrar a los seres queridos, el de acompañar al doliente. Ahora, por la pandemia estamos frente a una situación aterradora: si un familiar o amigo muere de covid-19 no lo podremos despedir. Ahora sí somos conscientes de qué significa lo que durante décadas han vivido los dolientes en este país. Ahora, como ellos, no podemos acompañar a nuestros seres queridos. Podemos vivir en cuerpo físico la angustia de no poder cuidar y de no ser cuidado. El temor de irte solo, es lo que nos angustia tanto de la pandemia. Ahora la inmensa tragedia es que entramos al círculo del duelo.

Duelo durante la pandemia Erika Diettes

En este escenario todos somos igual de vulnerables. Hoy más que nunca somos muy conscientes de nuestra propia fragilidad corporal. La posibilidad de perder a alguien o de dejar de vivir por la razón que sea, por covid, masacre, homicidio colectivo o infarto, se volvió una realidad. La muerte y el duelo nos acechan.

Duelo durante la pandemia Erika Diettes

Yo misma estoy transitando en este momento el duelo por mi padre. El hecho de que no haya sido una muerte violenta abre un marco de un duelo diferente. Y ahora más que nunca sé que la muerte no implica el final de nada. El duelo es un acto de amor y si lo entendemos desde ahí nos daremos cuenta de que los objetos brillan de otra manera cuando la persona ya no está.

Duelo durante la pandemia Erika Diettes

Lo único que sabemos cuando nacemos es que vamos a morir, esa es la única certeza. La lotería que uno se gana es vivir los años que uno logra vivir.

Y lo único que podemos desear es que quienes nos lloren lo puedan hacer por nuestra ausencia y no por la tragedia, la infamia y la irreparable crueldad de una muerte violenta.

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