Pasar al contenido principal
envejecimiento saludable Colombia

Envejecer con sentido y dignidad a través del cuidado activo

Colombia envejece más rápido de lo que se prepara para cuidarlo. Con más adultos mayores que niños en las próximas décadas, el desafío ya no es solo vivir más, sino vivir mejor. Cuidar, acompañar y activar a esta población requiere una mirada integral que incluya salud, emociones, vínculos y propósito.

En las últimas décadas, la expectativa de vida ha aumentado gracias a los avances médicos en diagnóstico, tratamiento y prevención. Pero este logro trae una pregunta urgente: ¿cómo cuidar a una población mayor que crece aceleradamente y que necesita atención no solo médica, sino también emocional, social y cognitiva?

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), para el año 2080, “las personas mayores de 65 años superarán en número a los menores de 18 años”. Esto implica transformar los sistemas de salud, los modelos de cuidado y servicios comunitarios. “Ya no podemos enfocar los esfuerzos solo en curar, sino en el bienestar y la calidad de vida en la vejez”, explica Diana Carolina Rodríguez, neuropsicóloga especialista en envejecimiento y directora del programa Cuidado y Vida de Versania.

El envejecimiento es una etapa diversa, prolongada y con múltiples matices. Como explica Diana Carolina, existen distintas fases en la adultez mayor: los viejos jóvenes, que comprenden entre los 60 y 70 años, y suelen conservar independencia funcional si no padecen alguna enfermedad grave; los viejos viejos, adultos mayores entre 70 y 80 años, que comienzan a requerir más acompañamiento; y los centenarios, mayores de 90 años, una nueva categoría que refleja cómo ha aumentado la longevidad. “Antes, muchos fallecían a los pocos años de recibir un diagnóstico como el Alzheimer. Hoy, los avances médicos han permitido que una persona viva décadas con enfermedades crónicas o neurodegenerativas, lo que transforma radicalmente las necesidades de cuidado”, comenta la especialista.

“El cuidado se vuelve más integral a medida que hay mayor dependencia, especialmente cuando se pierde la autonomía para tomar decisiones”, afirma Rodríguez. Esto ocurre, por ejemplo, en casos de deterioro cognitivo, una condición que va mucho más allá de la pérdida de memoria. La persona pierde la capacidad de identificar emociones ajenas y se convierte en una “esponja emocional”, absorbida por el entorno que la rodea. Por eso, el acompañamiento debe incluir también a las familias, pues su forma de relacionarse puede calmar o intensificar los síntomas. “Estas enfermedades son sistémicas, es decir, una persona tiene la enfermedad, pero los síntomas los vive toda la familia”, advierte. Envejecer con dignidad, entonces, implica una red de cuidado consciente, afectiva y adaptada a las verdaderas necesidades de quienes viven esta etapa.

Desde su enfoque de “resignificar el envejecimiento”, el programa Cuidado y Vida propone actividades integrales que estimulan mente, cuerpo y emociones. “El adulto mayor sí puede hacer cosas, solo que de forma diferente”, afirma Rodríguez.

Las sesiones se diseñan según las capacidades, intereses y contextos de cada persona, y se ofrecen de forma virtual y domiciliaria, lo que permite llegar a usuarios hispanohablantes en distintas regiones.

Otra iniciativa para el cuidado del adulto mayor es el Club del adulto mayor, de la Red de Bibliotecas Públicas Biblored. Funciona como un espacio que busca fortalecer la salud física, mental y social de esta población; el programa inició al reconocer que los adultos mayores son los usuarios más frecuentes de las bibliotecas públicas, así lo explican Karen Soler, licenciada en educación física y mediadora territorial, vinculando la lectura con la actividad física, y Eccehomo Villar, licenciado en artes y encargado de la programación cultural en la biblioteca del Centro Felicidad en Chapinero. 

El club ha demostrado que los adultos mayores merecen actividades diseñadas específicamente para ellos, pensadas en su bienestar, promoviendo un envejecimiento activo, digno y acompañado. Las actividades que se realizan incluyen rumba aeróbica, lecturas motivacionales, café literario, juegos de mesa, cineforos y clubes de lectura. Karen señala que “la mayoría de las personas han tenido un estilo de vida enfocado al sedentarismo; este espacio es una gran ayuda para tener una vida más saludable y activa”. De esta forma, el programa combina deporte, recreación y cultura, ofreciendo opciones tanto para quienes disfrutan del movimiento como para quienes prefieren la lectura o el diálogo. 

Los mayores encuentran en la biblioteca un refugio contra la soledad y una oportunidad de crear lazos sociales. “Aquí el adulto mayor se puede encontrar, se reconoce e interactúa con sus pares, esto crea un tejido social que los hace felices”, afirmó Eccehomo. El programa funciona en todas las sedes de la ciudad de Bogotá. Puede encontrar más información aquí.

En Versania, las actividades de Cuidado y Vida incluyen ejercicios de coordinación, fuerza y flexibilidad, además de propuestas como yoga en silla, tai chi o zumba adaptada para prevenir caídas y promover movilidad. A nivel cognitivo, los ejercicios se trabajan a través de juegos como ajedrez, damas chinas o cartas, así como habilidades prácticas como usar tecnología básica o identificar noticias falsas, según el nivel cognitivo de cada participante. Además, se incluyen espacios de reflexión emocional y espiritualidad, adaptados a las creencias de cada persona. Desde conversaciones sobre el rol de los padres en diferentes épocas, hasta análisis de versículos religiosos en sesiones domiciliarias, estas actividades permiten que los adultos mayores procesen cambios, reconozcan sus emociones y fortalezcan su autoestima. Todo esto con un enfoque que promueve el empoderamiento: “No se trata solo de cuidar, sino de acompañar con sentido y dignidad”, afirma Rodríguez.

El enfoque incluye al núcleo familiar, tanto por el bienestar del adulto mayor como por la salud mental del cuidador. Por eso, ofrecen formación para cuidadores formales e informales y grupos de apoyo gratuitos para ambos. “El cuidado puede ser una oportunidad de crecimiento personal si se vive en compañía y con apoyo”, dice la especialista. Nadie nace sabiendo cuidar: formarse y recibir soporte emocional es clave para evitar el desgaste.

Ser orgullosamente viejo empieza por resignificar esta etapa, derribar estigmas, dejar de temerle a la palabra “viejo” y construir nuevas narrativas donde el envejecimiento sea sinónimo de plenitud, sabiduría y dignidad.