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Bienestar Colsanitas

Volver al trueque

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La economía solidaria es una tendencia muy útil en momentos de recesión. Aquí encontrará una breve guía para practicarla en Colombia.

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on la cuarentena, mis ingresos de papel moneda estuvieron en ceros y hoy puedo afirmar que he conseguido sin un peso una buena cantidad de esos deseos que antes, incluso cuando tenía un salario cómodo, no podía alcanzar. ¿Qué cambió? Conocí el trueque y encontré algunas comunidades.

Una de las primeras cosas que intercambié fue un hummus de garbanzo, que un día preparé en exceso y dividí en un tarro de vidrio reciclado, por una libra de garbanzos y un aceite que me permitieron volver a cocinar para vender. La segunda tanda la vendí, y hasta la misma persona del primer trueque compró. En internet, donde concreté el trueque simplemente mostrando una foto, empecé a ver cómo la comunidad crecía y se ofrecían otros bienes en trueque como servicios profesionales, técnicos, artísticos, etc., a cambio de objetos y alimentos, o viceversa. Descubrí que no era la única con necesidades y en esa sinceridad encontré que se iban tejiendo amistades, proyectos y negocios alrededor del regalo y el trueque.

Una transacción de dinero es un trueque en su naturaleza, pero involucra intermediarios y está sujeta a controles. Con el trueque directo la cosa es más sencilla: el valor de lo intercambiado es relativo, está exento de burocracia y ambos, por lo general, quedan satisfechos pues antes de ejecutarse se ha dado una negociación equitativa en la que las partes están de acuerdo.

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"Cuando la economía se detuvo de golpe, estimuló la creación y el fortalecimiento de espacios alternos de transacción".

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Entonces, ¿por qué el trueque dejó de ser una práctica habitual si parece tan eficiente en comparación a la compra/venta, y es tan antiguo como el origen de las comunidades? Desde el Neolítico, y aún hoy en muchas comunidades, el trueque es un intercambio entre lo que me sobra (o lo que sé hacer) y lo que necesito. A esto le llaman consumo colaborativo o economía solidaria, pues las partes reconocen las necesidades del otro y generan un vínculo durante la negociación.

Cuando la economía se detuvo de golpe hace unos meses, estimuló la creación y el fortalecimiento de espacios alternos de transacción, muchos de ellos digitales. WikiTrueques, por ejemplo, es una comunidad de intercambio en Facebook que desde que fue creada hace tres meses, tiene más de 5.000 miembros y alrededor de 100 solicitudes de ingreso diarias. Al inicio, la idea del grupo fue intercambiar objetos que la gente estaba sacando de las jornadas de limpieza y orden estimuladas por el confinamiento. Con el tiempo se convirtió en un espacio para encontrar y ofrecer productos y servicios, a veces incluso donar.

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La cifra
Más de 5.000 miembros tiene WikiTrueques y cada día recibe 100 solicitudes de ingreso.

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Allí he visto historias como la de una amiga de alguien quien tiene mucho talento para la fotografía, pero no cámara. Inmediatamente varios integrantes de la comunidad ofrecieron regalar sus equipos. Un buen ejemplo de economía solidaria. Además, demuestra que todos atesoramos más de lo que necesitamos y muchas veces desechamos objetos para comprar otros sin pensar en que alguien puede necesitarlos. Eso en términos ambientales es una barbaridad: ¿cuántos litros de agua y kilos de carbono le ahorramos al planeta si compramos menos y le damos uso a lo que ya está hecho, pero guardado en un cajón?

Otras iniciativas similares se han regado en el país, de hecho la red de trueques más grande es de Pereira. Allí se permiten ventas o cambios y cuenta con una oferta muy variada de objetos, alimentos, plantas e insumos para el trabajo de la tierra. Esto porque el origen de los miembros es a la vez urbano y rural. Paralelamente en Facebook se han formado comunidades locales en Bogotá como “Solo Trueques Usme” y “Trueques Chapinero y Teusaquillo” donde se intercambia desde tecnología hasta creaciones personalizadas de múltiples artes. Pero no todo son objetos y consumo, pues las comunidades también se pueden formar alrededor de un interés particular, como la siembra. Trueque de plantas y semillas Colombia tiene integrantes que intercambian conocimiento, debaten perspectivas y comparten diferentes especies.

Trueque

Desde mi punto de vista, lo mejor del trueque son las personas que he conocido. Aun aislados por el contexto, lo virtual rompió los límites de mis relaciones. Veo gente confiable y optimista. Aun así vale la pena ser cuidadosos para evitar malentendidos o estafas.

Lo último que intercambié fueron diez plántulas de ají y otros alimentos que yo misma sembré desde las semillas por dos kilos de tierra, dos cojines preciosos, un termo y un procesador de alimentos. Algunas cosas me sirven, otras las puedo volver a trocar por lo que realmente estoy necesitando. Pero lo más importante: me parece hermoso que la gente se lleve a cuidar las plantas que he sembrado.

Aunque hoy no puedo afirmar que se pueda vivir solo del trueque (porque finalmente estamos dentro de un sistema que nos exige entregar papel moneda a cambio de servicios como la electricidad, el agua y el internet, etc.) he entendido que otras necesidades como alimentos, materias primas y hasta saberes se pueden alcanzar sin necesidad de dinero.

En todo caso es un reto de transformación de pensamiento porque el trueque despierta la confianza, el desprendimiento, la empatía y la búsqueda del beneficio común, valores que a veces escasean en nuestra sociedad. Por eso, volver al trueque es a la vez volver a prácticas más sostenibles, muchas de ellas antiguas, pero ajustadas a la realidad y al contexto de esta era. Al final el gran beneficiado de esto es el planeta Tierra al tenernos reunidos en torno a su cuidado.

Recomendaciones

-Revise los cajones y bodegas e identifique qué tiene de sobra. Decida un tiempo determinado “sin haber sido usado” para elegir aquello de lo que vale la pena desprenderse. Por ejemplo: si ya tiene más de seis meses sin usar o un año, quizás signifique que ya no lo necesitamos. Si es posible, haga fotografías, pero no es indispensable.

-Identifique qué necesita realmente y no tiene, desde cosas básicas como alimentos hasta esos objetos que quizá no alcance a comprar.

-No es necesario buscar una comunidad virtual o física. El círculo cercano de familiares y amigos puede ser la primera plataforma para intercambiar.

-Proponga: puede ofrecer lo que tiene y enumerar lo que necesita, o preguntar si alguien tiene lo que busca y negociar con un objeto o servicio equitativo.

-Si comprende la magia del trueque, expanda su experiencia. No es irreal ni difícil crear una comunidad física o virtual ya sea del barrio, la localidad, la ciudad o la región.

Trueque en Colombia

Comunidad del trueque

“Los grandes economistas del mundo lo están advirtiendo. Es hora de proteger lo que el capitalismo depredador necesita para mantenerse y el trueque es una forma de hacerlo”.
Flavio Jácome Liévano
Profesor titular de Economía / Pontificia Universidad Javeriana

“Lo mejor de una comunidad de trueques es que entre los mismos usuarios se apoyan para ayudar a otros a conseguir algo: Común-Unión”.
Ricardo Espinoza
Administrador / Wikitrueques 

“Cada año en el mundo se dejan de gastar entre 12 y 14 billones de dólares en papel moneda gracias al trueque. Pero aún así, de 6/6 en una lista de deseos, se logran en promedio 4 acuerdos”. Ron Whitney
CEO IRTA (International Reciprocal Trade Association (Asociación Internacional de Comercio Recíproco)

Dónde buscar

Facebook
-Red de trueque y economía solidaria (9.770 miembros, en su mayoría de Pereira)

-Wikitrueques (5.624 miembros)

-Mercadillo del trueque (1.984 miembros)

-Trueque de plantas y semillas Colombia (1.148 miembros)

-Trueques Chapinero y Teusaquillo (916 miembros)

App
-Dondo (Antes Crowdswap. Es internacional)

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