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Bienestar Colsanitas

Tipos de miomas uterinos

Los miomas son una de las afecciones más comunes de las mujeres en edad reproductiva. Hablamos con dos expertos sobre su diagnóstico y tratamiento.

  SEPARADOR

Los miomas, también llamados fibromas uterinos, son tumores benignos que crecen en el útero como consecuencia del desarrollo anormal del tejido muscular. De acuerdo con el doctor Andrés López Marrugo, ginecólogo adscrito a Colsanitas, una de cada cinco mujeres los padece, cifra que los convierte en un problema muy común para el género femenino. 

Todos los miomas se producen a partir del miometrio, la capa muscular externa del útero (la interna es el endometrio) y están compuestos de su mismo tejido, pero se enreda como si se tratara de una bola de elásticos de goma. 

Los miomas varían en tamaño y ubicación. Los hay desde microscópicos hasta gigantes; estos últimos, de acuerdo con el doctor López, son los que miden más de 10 centímetros, pudiendo llegar a pesar varios kilos y ocupar toda la cavidad abdominal. Sin embargo, en muy raras ocasiones se vuelven malignos.

Tipos de miomas

La dirección hacia donde crecen los miomas determina si son subserosos, intramurales o submucosos. Los primeros crecen hacia la cavidad abdominal, es decir hacia afuera del útero; los segundos se mantienen dentro del espesor del músculo (el miometrio); y los submucosos crecen hacia dentro del útero. Estos últimos son a la vez los menos comunes y los que más síntomas presentan. 

Los miomas submucosos “provocan unas hemorragias tremendas, indistintamente del tamaño que tengan, y son los que más generan anemia en las pacientes”, comenta el doctor López. Además, son los que más afectan la fertilidad. En cambio, “tú puedes encontrar un mioma grande, casi del tamaño de un feto, pero si creció hacia afuera (subseroso), puede tener cualquier tamaño y no llegar a producir ningún síntoma”.

Síntomas

Habitualmente los miomas no presentan síntomas y son descubiertos por casualidad en exámenes ginecológicos de rutina. Cuando sí presentan síntomas, pueden estar relacionados con la ubicación, el tamaño o el número de miomas, y pueden incluir: 

- Sangrado menstrual abundante y anemia como consecuencia. 

- Períodos menstruales que duran más de una semana.

- Menstruaciones dolorosas.

- Sangrado entre una menstruación y otra.

- Relaciones sexuales dolorosas.

- Presión o dolor en la pelvis o en el abdomen bajo.

- Necesidad de orinar a menudo o dificultad para vaciar la vejiga.

- Síntomas compresivos en otros órganos.

- Dolor en espalda y piernas. 

- Estreñimiento.

- Infertilidad. 

Causas

Aún no se conoce la causa de los miomas, sin embargo, las investigaciones y la observación clínica apuntan a factores genéticos y hormonales. En cuanto a estos últimos, parece ser que el estrógeno y la progesterona (hormonas femeninas) estimulan el crecimiento de los miomas, pues sus células tienen más receptores que el común de las células del útero. Por eso, después de la menopausia, cuando la producción de estas hormonas disminuye, los miomas suelen encogerse. 

Aunque los miomas pueden afectar a todas las mujeres en edad reproductiva, los estudios han detectado que las mujeres negras son más propensas a desarrollarlos. También se ha evidenciado que la herencia influye: quien tenga una madre o una hermana con miomas, tiene más riesgo de padecerlos.

Otros factores de riesgo incluyen la obesidad (porque en la grasa se producen estrógenos que aparentemente estimulan el crecimiento de los miomas), la falta de vitamina D, una dieta alta en carnes rojas y el consumo de alcohol. 

Cuerpo texto Miomas Uterinos

También se habla de los “factores de crecimiento”, unas proteínas que ayudan a reparar los tejidos del cuerpo, y de acuerdo con el doctor López, “a veces se encuentran aumentadas en los tejidos del útero de las pacientes que tienen miomas”. También se ha observado que la matriz extracelular, “que es como el cemento que pega una célula con otra, se encuentra aumentada en casos de miomatosis uterina”, lo que hace que incrementen los miomas y sean fibrosos.

Relación con la fertilidad 

Consultamos con el doctor Ricardo Rueda, fundador del centro de fertilidad Reprotec y primer médico colombiano en pertenecer a la Sociedad Internacional para la Preservación de la Fertilidad, sobre la relación entre miomas e infertilidad. 

Según él, para determinar si un mioma interfiere con la fertilidad, hay dos factores importantes: la localización y el tamaño. “Se estima que, independientemente de su tamaño, los miomas que toquen el útero por dentro (submucosos), es decir que tocan el endometrio, son miomas que interfieren con la fertilidad, esencialmente de dos formas: o porque no dejan que se implante el embrión o porque hacen que este tenga una implantación defectuosa y se produzca un aborto temprano”.  

Respecto del tamaño, el doctor Rueda señala que cuando los miomas superan los cuatro centímetros, independientemente de su ubicación, también pueden llegar a interferir con la fertilidad, por las mismas dos razones: porque impiden el implante o porque hacen que este sea defectuoso. Sin embargo, con el tratamiento adecuado es posible recuperar la fertilidad. 

Ahora bien, respecto al embarazo, el doctor Rueda explica que durante el mismo “hay una gran carga hormonal proveniente de la placenta, que puede estimular el crecimiento de los miomas. Ese crecimiento acelerado, a su vez, puede producir la ´degeneración de los miomas´, pues los vasos sanguíneos que los alimentan no crecen al mismo ritmo. Esos miomas degenerados pueden producir dolor, contracciones prematuras y por consiguiente inducir un parto prematuro”. 

Diagnóstico

Existen varias formas de detectar un mioma. La primera es un examen pélvico, que es el que hacen los ginecólogos en sus consultas y consiste en palpar si el tamaño y forma del útero y los ovarios son normales, además de detectar bultos, zonas sensibles o cualquier otra anormalidad.

Sin embargo, los miomas pueden ser indetectables en un examen pélvico, por lo que, según el doctor López, “el examen estándar para detectarlos es la ecografía, un buen método para diagnosticar el tamaño, la posición, y si hay deformidad en el útero causada por el mioma”. 

Otro método utilizado es la resonancia magnética nuclear, pero según el doctor López, como existe la ecografía, se usa con baja frecuencia.

Tratamiento  

Si se trata de miomas asintomáticos, lo más probable es que el médico ordene hacer seguimiento periódico, sin intervención. Pero si hay síntomas, el tratamiento dependerá del tamaño y localización del mioma, así como de la edad, la intención de ser madre y la historia clínica de la paciente. 

Estas son algunas de las opciones para tratar los síntomas: 

- Anticonceptivos orales: controlan las menstruaciones abundantes, pero no reducen el tamaño de los miomas. 

- Dispositivos uterinos que liberan un medicamento llamado levonorgestrel, que además de su efecto anticonceptivo, también controla el sangrado abundante, pero tampoco sirve para reducir los miomas. 

- Suplementos de hierro: se usan cuando se sufre de anemia como consecuencia de los sangrados abundantes. 

 

*Periodista. Colabora con diferentes medios nacionales.

SEPARADOR

Luisa Reyes

Periodista. Colaboradora frecuente de Bienestar Colsanitas