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Bienestar Colsanitas

Verdades y mentiras alrededor de la toxoplasmosis

Es una de las enfermedades transmisibles entre animales y humanos más comunes y, sin embargo, poco sabemos de ella. Esta es una guía básica para entender mejor esta enfermedad.

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a toxoplasmosis es una de las enfermedades transmisibles entre animales y humanos más común del mundo. Se calcula que un tercio de la población adulta está infectada de forma crónica con el parásito microscópico Toxoplasma gondii. Además, se sabe que los síntomas de la etapa aguda son fácilmente confundibles con los de un resfriado común y rara vez requiere de tratamiento médico, porque el mismo organismo humano, cuando está sano, lo neutraliza.

Una vez se ingieren los quistes del parásito, éste se aloja en los diferentes tejidos del individuo que lo hospeda. El sistema inmunológico se encarga de aislarlo con una especie de cápsula que los médicos llaman granuloma, que no es otra cosa que células del sistema de defensa que lo encierran. El parásito puede permanecer allí toda la vida sin afectar a quien lo hospeda. Sin embargo, el parásito no está muerto, y puede escaparse cuando las defensas están muy bajas.

“En muchas comunidades, la mayoría de la gente ha sufrido la infección al comienzo de la edad adulta. Los sujetos con un buen sistema inmunitario no presentan la enfermedad clínica patente... en cambio, si es deficiente, la infección tiene consecuencias graves”, dice un informe sobre la toxoplasmosis de la Organización Mundial de la Salud.

Estas consecuencias graves se relacionan con afecciones cerebrales, cardíacas, pulmonares, gastrointestinales y oculares, que pueden tener desenlaces fatales.

Para hacer algunas precisiones sobre esta enfermedad zoonótica —es decir, que se transmite entre animales y humanos—, el director de la Clínica Universitaria Colombia, Carlos Álvarez, responde algunas preguntas y con ello nos ayuda a desmontar mitos y a orientar a los lectores sobre qué hacer para evitar infectarse con el parásito que la produce.

Toxoplasmosis CUERPOTEXTO
El parásito también se puede contraer por el consumo o manipulación de carnes crudas o mal cocidas que lo contengan. 
¿Cómo se diagnostica la toxoplasmosis?
A través de pruebas inmunológicas que determinan si la persona infectada está en una fase aguda o crónica. En el caso de las mujeres embarazadas es muy importante hacer esta diferenciación por el riesgo que implica padecer la fase aguda de la enfermedad durante los primeros meses de gestación.

¿Los gatos son los principales transmisores de esta enfermedad?
No. Las comunidades más propensas a contraer toxoplasmosis no son las que tienen más gatos sino las que consumen más carnes rojas crudas o con poca cocción. Pero es cierto que los felinos representan los principales reservorios del Toxoplasma gondii, porque en ellos se llevan a cabo ciclos reproductivos del parásito. Los gatos se infectan por el consumo de carne contaminada de aves o roedores, y a través de sus heces liberan los huevos del parásito, que pueden sobrevivir y permanecer con capacidad de infectar durante meses, en un ambiente cálido con humedad.

Pero si el gato doméstico mantiene una dieta a base de concentrado o de comida procesada en casa es casi imposible que pueda adquirir el parásito. De ahí que la recomendación es que si quiere correr menos riesgo debe evitar que el gato salga de cacería para que no coma carne cruda, proveerle de alimentos bien cocidos, limpiar diariamente el arenero de tal manera que no haya lugar a la incubación, lavar la caja con agua caliente para que los huevos del parásito se mueran. Además, es oportuno recordar que los gatos sólo pueden transmitir la enfermedad mientras está en la fase aguda de infección (15-20 días), después de esto el gato se hace inmune a la infección y no vuelve a eliminar quistes.

¿Es transmisible de humano a humano?
No, únicamente de madre a hijo durante el período de gestación o a través de un órgano trasplantado.

¿Existen otras formas de contraer la enfermedad?
Sí. Como el parásito se aloja en seres vivos de sangre caliente, como aves, roedores y mamíferos, es posible que los seres humanos resulten infectados por el consumo o manipulación de estas carnes crudas o mal cocidas. Los estudios dicen que el riesgo aumenta con la ingesta de carne de cerdo, porque la carga parasitaria del animal es mayor que en otros ejemplares como la vaca o el conejo. También se puede contraer por el consumo de agua contaminada o vegetales mal lavados que alojan temporalmente los quistes esporulados (o huevos) del Toxoplasma gondii. Una tercera causa de infección es a través de la manipulación de tierra o arena con heces de gato, y finalmente está la posibilidad de que se transmita de la madre al bebé.

¿Cómo afecta la toxoplasmosis el embarazo?
Si la mujer se infecta con el parásito y unos meses después queda embarazada, no pasa nada. La mujer encinta rara vez presenta sintomatología, pero si adquiere el parásito durante el primer trimestre de gestación sufrirá un contagio que puede producir la muerte fetal intrauterina, o el bebé puede nacer con malformaciones. Si ocurre en el segundo trimestre de embarazo se mantiene el riesgo de que el bebé nazca con malformaciones. Y si es en el tercer trimestre también puede haber algunas consecuencias delicadas como miocarditis o encefalitis. Sin embargo, no siempre que hay infección durante el embarazo hay contagio al feto, pues es posible que no se transmita el parásito.

Los estudios dicen que el riesgo de contagio entre madre e hijo aumenta en la medida en que el embarazo está más adelantado, pero si ocurre al inicio las consecuencias pueden ser más graves que si ocurre del tercer mes en adelante.

Lo más recomendable es que se tomen medidas extremas para evitar que el Toxoplasma gondii ingrese al organismo de una mujer que esté en estado de embarazo o lo sospeche, para evitar la toxoplasmosis congénita en el bebé.

¿Puede ser fatal que una persona con VIH contraiga el parásito toxoplasma?
Puede serlo puesto que se trata de una parasitosis que ataca varios órganos del individuo donde se hospeda. Las personas inmunosuprimidas como consecuencia de padecer VIH, por ejemplo, no son capaces de neutralizar la acción del parásito, por lo tanto, son propensos a desarrollar una infección letal diseminada en la que resulten afectados órganos como el tracto gastrointestinal, pulmones, corazón, cerebro y ojos. De hecho, esta es la segunda infección oportunista más común que afecta el sistema nervioso central en personas que conviven con el virus del VIH, porque el parásito se sale del granuloma por la inmunosupresión.

¿Cuál es el tratamiento para contrarrestar la toxoplasmosis?
Lo único que puede indicarse son medicamentos para aliviar la sintomatología de gripe común, porque es lo que parece tener el paciente durante la fase aguda. En mujeres embarazadas, lactantes o personas con compromiso inmunológico, en fase aguda de toxoplasmosis, se recomienda el uso de antiparasitarios como espiramicina, pirimetamina y sulfadiazina. De tal manera que siempre será necesaria la intervención de un médico especialista que determine la conveniencia de las drogas y su dosis.

¿Cómo se puede prevenir la infección?
Con una sana alimentación y buena higiene, puesto que el riesgo de resultar infectado puede reducirse al cocinar suficientemente la carne que se consuma. Otras precauciones son lavar las hortalizas y las frutas antes de comerlas, enjuagarse las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos, usar guantes para realizar trabajos de jardinería y limpiar todos los días la caja de arena donde defecan los gatos.

*Periodista y profesora universitaria. Frecuente colaboradora de Bienestar Colsanitas.

 

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Karem Racines Arévalo

Es una periodista colombo-venezolana egresada de la Universidad Central de Venezuela. Llegó a Bogotá en 2011 para escapar de la confrontación política de su país. Después de vivir en la capital colombiana cinco años, decidió mudarse cerca del mar, que tanta falta le hacía, y desde hace dos años vive en Santa Marta. Es docente de periodismo en la Universidad del Magdalena y en la Sergio Arboleda. Es colaboradora frecuente de la revista Bienestar.