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Bienestar Colsanitas

Trastornos de la conducta alimentaria: más allá del estigma

Ilustración
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Los TCA afectan normalmente a los adolescentes. Después de la pandemia, estos trastornos han tenido varios cambios: se han empezado a manifestar desde los nueve años y cada vez se diagnostican más en la población masculina.

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Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se presentan por varias causas: factores biológicos, psicológicos y ambientales y se expresan en alteraciones físicas y mentales relacionadas con la alimentación. De acuerdo con la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia de Cataluña, con los últimos avances científicos se determinó que las bases genéticas pueden influir en el diagnóstico. No significa que los trastornos se hereden, pero hay una contribución. 

Análisis médicos de los últimos años han demostrado que los TCA cada vez inician más temprano, incluso desde la infancia. Esta situación se ha convertido en un reto para los trabajadores de la salud, pues de ellos depende el diagnóstico.

Tipos de TCA

Según el Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales, de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5), los TCA se clasifican inicialmente en anorexia, bulimia y trastornos por atracones. 

Existen también los trastornos no especificados (TCANE), pica, rumiación y evitativo (ARFID). De acuerdo con Laura Cruz, psicóloga principal del Programa de TCA de Versania Psicosocial, en esta variante entran diagnósticos que no cumplen todos los criterios de la anorexia, bulimia o los atracones: “muchas veces se excluyen porque no clasifican en una sola categoría. No significa que no requieran el tratamiento. De hecho, necesitan una mayor investigación para su detección oportuna”, añade la psicóloga.

Anorexia. El paciente teme subir de peso y se restringe la alimentación. Presenta distorsión de la imagen corporal y una autoevaluación negativa. Puede ser restrictiva, se mantiene un peso corporal bajo por el poco consumo de alimentos y el ejercicio excesivo, o puede ser purgativa, cuando hay inducción de vómito, uso de laxantes, diuréticos, enemas, o también atracones (consumo de grandes cantidades de comida en menos de dos horas).

Bulimia nerviosa. La persona siente culpa y esto la lleva a tener conductas de eliminación de lo que come para “equilibrar”. Se presenta en dos tipos que varían de acuerdo a los métodos compensatorios: la purgativa, en la que la persona vomita, y la no purgativa, en la que se utilizan ayunos, dietas y ejercicio excesivo. 

Atracón de comida. La persona consume gran cantidad de comida altamente calórica y siente culpa, pero no existen compensatorios. “Se podría hablar de atracones subjetivos cuando se cree que se come demasiado, pero en realidad no. En los atracones objetivos se consume gran cantidad de alimentos en un tiempo corto. La restricción sólo va a llevar al atracón. Entre más se restrinja un alimento, más se van a tener ganas de consumirlo”, comenta la psicóloga Cruz.

Trastorno de evitación o comedores selectivos. El paciente come porciones muy pequeñas y se evitan algunos tipos de comidas. Afecta el crecimiento y el desarrollo, porque no se cumplen los requerimientos nutricionales que se necesitan. 

¿Cuándo se rompe la barrera de la culpa?

La culpa y la preocupación por la imagen corporal no son normales cuando se afectan diferentes ámbitos de la vida. De acuerdo con la psicóloga clínica Johanna Díaz, “generalmente se reconocen los patrones de un trastorno porque se vuelven constantes y porque predominan las dietas, que se van volviendo más restrictivas, y la obsesión con la figura y el peso”.

Si una persona tiene un temor persistente a consumir ciertos alimentos, pesa la comida, cuenta calorías, retira alimentos o come en un orden determinado, pueden ser señales de alerta. “Empiezan a saltar comidas, a poner excusas para no comer o se aíslan  socialmente”, dice la psicóloga Laura Cruz.

TCA CUERPOTEXTO

Síntomas generales de una persona con TCA

- En las mujeres hay pérdida de cabello, del esmalte dental y debilidad en las uñas. También puede presentarse la amenorrea: pérdida del periodo menstrual. Empieza a aparecer lanugo (aparición de vello corporal que busca generar una capa protectora por el desequilibrio que se produce).

- Aunque en los hombres se experimenta la pérdida de cabello, tono muscular, esmalte dental y la aparición del lanugo, los síntomas no se expresan de la misma forma. Esto hace más difícil el diagnóstico.

Tratamiento 

El éxito del tratamiento está relacionado con la velocidad del diagnóstico. Se debe llevar un proceso integral entre psicología, psiquiatría y nutrición. “Es primordial acudir a un endocrinólogo especializado en TCA. Junto con un psicólogo clínico se dará la terapia necesaria para el tratamiento, y si requiere medicación, un psiquiatra podrá formularla”, comenta la psicóloga Díaz.

“Es importante el trabajo familiar. Muchas veces se alteran las dinámicas familiares y se debe ir más allá en el tratamiento. Es importante identificar los factores subyacentes a la problemática, es decir, la función del TCA, pues puede tratarse de un mecanismo de defensa para afrontar alguna problemática”, añade la psicóloga Cruz.

Desde la nutrición “es necesario crear un ambiente seguro para que los pacientes expresen sus sentimientos hacia la comida. Esto se logra a través de un diálogo sincero, de lo contrario no se crearán hábitos duraderos”, comenta la nutricionista Ana Victoria Pardo, adscrita a Colsanitas.  

Durante el tratamiento también es importante el restablecimiento de actitudes y rutinas en relación con la comida, pérdida de miedos y creación de un patrón de alimentación saludable. “Es todo un reto identificar los distintos estereotipos que se van produciendo y cambiando en un mundo tan tecnológico como el de hoy. Es importante sanar la relación con la comida pues juega un papel fundamental en la vida de cada individuo, no se limita al simple acto de comer. Es la oportunidad de estrechar vínculos afectivos, sociales o culturales”, añade la nutricionista Pardo. 

TCA en hombres: un infra diagnóstico 

Los TCA generalmente se conciben como una enfermedad padecida por la población femenina, pero ese patrón ha cambiado: “hace un tiempo, de cada 10 casos, 9 eran mujeres y 1 era un hombre. Hoy en día esa cifra es mayor en hombres”, explica la psicóloga Díaz. 

Aunque se ha identificado un avance en el diagnóstico en hombres, existen distintos vacíos, y en Colombia no existen cifras oficiales de estos pacientes. “Se estima que hay un porcentaje significativo de casos de anorexia en hombres que incluso llegan a la muerte, pero no se conoce el nivel de afectación” agrega Díaz. 

En los hombres, los TCA están presentes en la niñez, adolescencia y a partir de los 60 años. Las señales conductuales son las más explícitas. La psicóloga Díaz explica que el problema alimentario más frecuente en los hombres es el trastorno por atracones, seguido de la bulimia. Quienes padecen vigorexia, según la Unidad de Trastornos Alimentarios del Instituto Centta, experimentan "una distorsión corporal cuando no se ven suficientemente musculados". Este trastorno se ve más en jóvenes que se obsesionan con el levantamiento de pesas o con dietas para conseguir o mantener un tono muscular específico.

Además, los pacientes hombres se enfrentan a la estigmatización: muchos piensan que es un trastorno que deben vivir en secreto, porque revelarlo podría significar una crisis a su identidad masculina y lo que representaría. Pero no hay que olvidar que reconocerlo a tiempo puede salvar vidas.

 

 - Este artículo hace parte de la edición 187 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.

 

*Practicante de Bienestar Colsanitas.

SEPARADOR

Catalina Porras Suárez

Periodista enfocada en la línea de bienestar y de salud mental. Disfruta conocer y escribir nuevas historias. La realización audiovisual, el cine y la función social del periodismo están dentro de sus intereses.