Pasar al contenido principal
Cómo hablar de sexualidad

Cómo hablar de sexualidad con nuestros hijos e hijas?

Ilustración
:

Mamá, papá, ¿de dónde vienen los bebés? ¿Qué es el periodo y por qué me llega? ¿Por qué los niños tienen pene y las niñas vagina? ¿Qué es el sexo? Son algunas de las preguntas a las que nos enfrentamos en la crianza. Aquí algunas recomendaciones para hablar con confianza sobre estos temas con nuestros hijos e hijas.

Hablar de sexualidad con nuestros niños no es tarea fácil, pero aprender a hacerlo nos permite generar un ambiente seguro y una comunicación abierta con ellos. Por eso, para abordar la educación sexual de manera clara, natural y sin tabúes, conversamos con la doctora Claudia Marcela Gamboa, ginecóloga obstetra de la clínica Colombia de Colsanitas, y con la psicóloga infantil con enfoque clínico y prevención de abuso sexual en niños y adolescentes, Cindy Cubillos. Juntas nos explican por qué es clave hablar de sexualidad desde la infancia, cómo responder según la edad y qué herramientas pueden facilitar este diálogo para fortalecer la confianza y el bienestar de nuestros hijos e hijas.

“La sexualidad es una parte natural de la vida que va mucho más allá de las relaciones sexuales”, explica la doctora Gamboa. “Incluye el crecimiento, el desarrollo del cuerpo, las emociones y la forma en que nos relacionamos con los demás”. También abarca la identidad personal, es decir, cómo nos sentimos respecto a nuestro cuerpo y nuestra identidad sexual. La sexualidad se expresa en la manera en que demostramos afecto, construimos vínculos y entendemos nuestras emociones. Por ello es crucial hablar con nuestros hijos sobre estos temas, como cuidadores, madres y padres nos convertimos en figuras principales en las que un hijo debe encontrar esa fuente de información. “Tarde o temprano un niño tendrá la curiosidad de estos temas, porque todos los seres humanos tenemos un desarrollo sexual”, aclara la psicóloga, “y si no encuentran respuestas en su entorno familiar, los niños buscarán información en otros lugares, donde pueden recibir datos erróneos o inadecuados”.

hablar de sexualidad

Para explicarles a nuestros hijos sobre sexualidad podemos tener en cuenta su edad para que la información sea acorde a su desarrollo. Es fundamental hablarles con claridad, sin usar eufemismos o metáforas, pues esto genera confusión y el cerebro de los niños entiende de manera literal. Las especialistas sugieren:

hablar de sexualidad

De 3 a 5 años:

Podemos empezar con algo simple como enseñarle cuáles son las partes del cuerpo con sus nombres correctos, evitando apodos como “bubis” o “cosita”. Debemos explicar que el cuerpo es algo natural y normalizar el conocimiento sobre él, al decirle “estos son tus brazos, tus piernas, tus nalgas, tu pene o tu vagina”. En estos años empezamos a enseñarles que ciertas partes del cuerpo son privadas y que nadie debe tocarlas. Para esto podemos utilizar la gráfica del semáforo del toque, que ayuda a los niños a entender qué tipos de contacto físico son apropiados y cuáles no, utilizando los colores del semáforo:

Verde:

Son los toques seguros y afectuosos, como abrazos o un apretón de manos, siempre con su consentimiento.

Amarillo:

Son los toques que pueden generar incomodidad, como cosquillas insistentes o caricias que no desean. Aquí se les enseña que tienen derecho a decir “no” y a expresar cómo se sienten.

Rojo:

Son los toques inadecuados, como los que involucran sus partes íntimas o cualquier contacto que los haga sentir mal. Se les explica que si alguien intenta hacer esto, deben contarle a un adulto de confianza de inmediato.

hablar de sexualidad

De 6 a 9 años:

Procedemos a explicar las diferencias entre el cuerpo de niños y niñas: hablar sobre identidad de género y explicar qué significa ser hombre o mujer, relacionándolo con su cuerpo y sus características. Así mismo, es posible introducir la diversidad familiar: hay familias con mamá y papá, pero también con un solo padre, dos mamás, dos papás o abuelos cuidadores. Ayudarles a comprender que la diversidad es parte de la sociedad y que todas las familias merecen respeto.

Es necesario responder sus preguntas de manera sencilla, brindándoles el conocimiento sobre su cuerpo y su gran valor, así como el cuidado y aseo personal. También explicarles cómo sus emociones son una guía importante: si en algún momento alguien los mira o los toca y esto les genera miedo, inseguridad o incomodidad, deben saber que es completamente válido decir “no”, alejarse o pedir ayuda. “Las emociones son señales de advertencia que indican que algo no está bien y que podrían estar en una situación de riesgo”, agrega Cubillos. “Por ello, es esencial enseñarles a reconocer y escuchar sus emociones, ayudándolos a confiar en su intuición y a reaccionar ante cualquier situación que los haga sentir incómodos”. 

La psicóloga comparte algunas señales de alerta para reconocer si un niño o niña ha sido abusado de cualquier forma: “Hay que conocer bien a nuestros hijos, estar atentos a cualquier cambio en su comportamiento o estado emocional. Si, de repente, muestran miedo, tristeza o rechazo hacia una persona o lugar al que antes acudían con normalidad, podría ser una señal de que algo no está bien”. Asimismo, el juego es una ventana a su mundo emocional, por lo que prestar atención a lo que representan con sus juguetes es fundamental: “Si, por ejemplo, comienzan a imitar situaciones de carácter sexual, es posible que hayan estado expuestos a información inadecuada o, en otros contextos, si el niño se bajó sus pantalones y le mostró sus partes privadas a los otros niños, o algo similar, pueden ser señales de alerta que requieren atención”. Además, es necesario establecer límites con el uso del celular, pues el acceso libre puede exponerlos a contenidos inapropiados, por lo que se pueden generar medidas de protección en casa, como restringir el acceso a estos dispositivos, explicando que el contenido que puede encontrar no es apropiado para su edad. Por último, prestar atención a lo que dicen: “Si comienzan a hablar de temas sexuales de manera inusual, es importante preguntar con calma de dónde obtuvieron esa información. Pero si es una situación más grave, como que nos cuente que alguien lo tocó o alguien le mostró algo, debemos activar la ruta de protección con ICBF y recibir orientación adecuada”.

hablar de sexualidad

De 10 a 15 años:

A partir de los 10 años, los niños y niñas empiezan a tener cambios en su cuerpo, por lo que es necesario explicarles de manera clara sobre estos cambios para ambos géneros. Explicar que la menstruación es un proceso natural, que el ciclo menstrual es parte del desarrollo y que puede tardar en regularse debido a la maduración del sistema hormonal, esto para eliminar mitos y preocupaciones. De igual forma, deben conocer sobre la eyaculación, un proceso en el que los niños y adolescentes liberan semen, el cual contiene espermatozoides. Abordar estos temas con naturalidad y apoyo visual, como dibujos de anatomía, facilita la comprensión y normaliza los cambios que experimentan en la pubertad.

Hablar de sexualidad no solo implica explicar el acto sexual, sino también abordar el autocuidado, la autoestima y el respeto por el propio cuerpo y el de los demás. Los padres pueden fomentar conversaciones abiertas preguntando qué información han recibido en el colegio o en internet, en las que los adolescentes puedan expresar sus dudas sin temor al juicio y recibir aclaraciones. Ante preguntas inesperadas, es válido tomarse un momento para reflexionar antes de responder y abordar temas estando preparados. Estas herramientas nos ayudan a educar para la prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Contrario a lo que se piensa, estas conversaciones no incitan a los adolescentes a iniciar su vida sexual, sino que les ofrecen información para tomar mejores decisiones. 

Iniciar una vida sexual sin preparación emocional, psicológica y física puede afectar su bienestar y su proyecto de vida. Por ello, más allá del uso de métodos anticonceptivos, es esencial inculcar el amor propio y la capacidad de establecer límites. Un entorno familiar basado en el respeto y el apoyo les dará seguridad para valorar su cuerpo y elegir con responsabilidad cuándo y con quién compartir su sexualidad.

Material didáctico recomendado
para abordar temas sobre sexualidad:

Libros:

Sexo es una palabra divertida, de Cory Silverberg y Fiona Smyth.
Hablemos sobre sexo, de Meg Hickling
Tu cuerpo es tuyo, de Lucía Serrano

Video:

“El libro de Tere”

Este artículo hace parte de la edición 199 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.