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Bienestar Colsanitas

Razones para no automedicar a sus hijos

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Dar medicamentos sin fórmula o cambiar la dosis es más común de lo que se cree y puede ocasionar intoxicación hepática o renal en niños y niñas. 

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Algunos padres creen que los medicamentos de venta libre como el acetaminofén y los jarabes para la tos o la fiebre son inofensivos. Sin embargo, los estudios clínicos y, sobre todo, los casos que llegan a diario a los servicios de urgencias y consultorios pediátricos demuestran que automedicar a los niños es uno de los riesgos más grandes para su salud, principalmente cuando se trata de antibióticos.

De acuerdo con un estudio del doctor Sergio Agudelo Pérez sobre la prevalencia de automedicación en niños, “tiene una prevalencia mundial del 50 por ciento”, es decir, es más común y generalizado de lo que se piensa.

Diferencias entre automedicación y autoprescripción

Según la doctora Claudia Pachón, pediatra adscrita a Colsanitas, “automedicar y autoprescribir son dos cosas diferentes, pero ambas son muy graves para los niños, porque pueden tener efectos secundarios en su salud, que varían según la edad y el grado de toxicidad que ocasione”.

Automedicar, explica, “ocurre cuando los padres o cuidadores compran en farmacias y supermercados medicamentos de venta libre y lo dan al niño sin una orientación de su doctor. Interpretan, de forma subjetiva, lo que puede ser bueno para el niño, bien sea porque en otra ocasión le sirvió, o porque le hizo efecto al hermano o a el vecino”.

La autoprescripción, por su parte, tiene que ver con los casos en los cuales los padres no siguen las indicaciones del médico, bien sea con un medicamento formulado o de venta libre, y deciden cambiar la dosis porque consideran que “no está haciendo efecto”.

Intoxicación

Usualmente los padres que llegan a urgencias por este motivo no saben qué le sucede a su hijo, pues detectar una intoxicación por medicamentos no es fácil. Un error en la administración del medicamento es lo último que consideran los padres cuando un niño se indispone, sin embargo, los signos más frecuentes son el vómito y el dolor abdominal. 

Por ejemplo, dice la doctora Pachón, “a urgencias nos llegan niños con intoxicación por acetaminofén, porque lo compran fácilmente, no tienen en cuenta el peso, la talla del niño y se lo dan por cucharadas. Recuerdo a una madre que llegó a urgencias y no sabía cuánta cantidad de medicamento le había dado a su hijo. Después de los análisis clínicos, se detectó la toxicidad”.

Por su parte, la doctora Lhizz Cuéllar, pediatra adscrita a Colsanitas en Barranquilla, aclara que hay medicamentos que se metabolizan en el hígado y hay otros que lo hacen en el riñón, por ello una sobredosificación puede llevar a una falla de uno de estos órganos. 

Automedicacion CUERPOTEXTO

Concentración, talla y peso

La experiencia en consulta, dice la doctora Cuéllar, nos muestra que es común que padres y cuidadores se equivoquen cuando los medicamentos vienen en gotas, jarabes o suspensiones, porque la concentración de cada una de las presentaciones cambia.

Es importante revisar si en el empaque viene la cuchara medidora y la jeringa. Es indispensable usarlo para medir la cantidad exacta recomendada por el médico, sin correr riesgos. 

Es clave conocer que cuando el medicamento viene en jarabe o suspensión, se debe medir en mililitros o centímetros cúbicos exactos según el peso del niño, bajo la indicación del doctor. 

Antihistamínicos, antibióticos y antiespasmódicos

La doctora Lhizz Cuéllar ha visto que, con frecuencia, los padres administran antihistamínicos a sus hijos, un medicamento que debe ser formulado por el médico, pues según las investigaciones, los niños menores de dos años no los pueden recibir bajo ningún motivo. 

Los antihistamínicos que se formulan para cierto tipo de afecciones como alergias, y que son de venta libre, están siendo utilizados sin control. Ante esto, la doctora es enfática en señalar que deben darse solo bajo la indicación del médico, pues cuando se administra más de lo indicado termina por generar dependencia y al final no logra el efecto necesario.

Ahora bien, la doctora Pachón recalca el cuidado que se debe tener con los antibióticos que, aunque no deberían ser de venta libre y solo se deben comprar con fórmula médica, se suelen conseguir en ciertos sitios que no cumplen la norma. “El grave peligro de automedicar antibióticos está claramente estudiado por la ciencia: a mayor cantidad de ellos, mayor resistencia a su efecto”, explica Pachón.

Según la Organización Mundial de la Salud, la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, que se acelera con el uso indebido y abusivo de estos fármacos, por ello automedicar a los niños es un riesgo aún mayor, en la medida que va generando esta resistencia desde la infancia. 

Otro de los medicamentos que usualmente son de venta libre y se dan sin orden médica a los niños son los antiespasmódicos. “Se suele dar cuando el niño tiene dolor de estómago, pero este es el típico caso donde se esconden otras enfermedades, por ejemplo, una apendicitis”, explica la doctora Pachón.

Se aconseja seguir las indicaciones del médico, leer bien las etiquetas de los medicamentos, saber si es una suspensión, un jarabe, una presentación en gotas, y conocer la talla y el peso de su hijo cuando debe administrarle un remedio. No automedicar ni autoprescribir es la clave.

Tenga en cuenta

- No crea que por ser un medicamento que el niño ya tomó antes puede volverlo a tomar. Siempre se debe consultar al médico. 

- Use medicamentos hechos para niños. Los medicamentos para adultos pueden ser dañinos.

- Lea las instrucciones. Verifique cuánto debe darle y con qué frecuencia. Si no está seguro de cuál es la dosis, llame al doctor. 

- Si es de noche, encienda la luz y mida el medicamento con la cuchara, jeringa o medidor que viene en la caja. No adivine ni calcule. 

- No use cucharas de cocina.

- Verifique que el medicamento no esté vencido. 

- Llame al médico si no está seguro si tomó la dosis adecuada.

- Acuda a urgencias si presenta vómito o dolor de estómago luego de tomar un medicamento y no está seguro de su prescripción. 

- Jamás utilice antibióticos que no sean formulados por el médico.

 

*Periodista especializada en maternidad y crianza.

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