Al compartir en redes sociales los momentos emblemáticos del desarrollo de los hijos, estamos exponiéndolos a riesgos innecesarios. Tres especialistas explican cuáles son esos límites y cómo podemos evitar daños a futuro.
El sharenting es una práctica muy común entre los padres. La palabra es un anglicismo que proviene de la unión entre share (compartir) y parenting (crianza/paternidad) y significa compartir en redes sociales fotos, contenido o videos del proceso de crianza de los hijos. Las mamás y los papás, sin mala intención en la mayoría de los casos, postean en cualquiera de sus redes sociales videos, fotos, anécdotas, algunos incluso memes y stickers creados con imágenes de sus hijos.
Pero lo que parece un acto inofensivo y casi natural —algunos postean el día a día de sus hijos casi sin omitir ningún detalle—, puede tener consecuencias en la vida de los niños. Según el estudio del 2017 de la Universidad de Florida, “Sharenting: Children’s Privacy in the Age of Social Media”, el 92 % de los niños de dos años ya tienen presencia en línea.
De estos niños, aproximadamente una tercera parte aparece en redes sociales desde recién nacido. En Facebook, el 45,2 % de los contenidos menciona el nombre del niño y 6,2 % especifica la fecha de nacimiento del niño, permitiendo que todos los que ven la publicación conozcan su edad exacta. En Instagram, el 63 % de los padres refiere el nombre del niño, en al menos una foto de su muro de publicaciones. El 27 % de los padres escribe la fecha de nacimiento y el 19 % comparte ambas informaciones. Muchos niños tienen presencia digital incluso antes de nacer porque sus padres comparten la ecografía. Es demasiada información para todas las personas extrañas que pueden tener acceso a nuestros perfiles de redes sociales.
¿Cuáles son los riesgos de compartir tanta información?
-
Lo que parece más inofensivo, pero que resulta muy relevante a largo plazo, es la huella digital inconsciente o forzada que estamos creando de otro individuo (nuestro hijo) sin su autorización. La huella digital es toda la información rastreable de nosotros que puede encontrar cualquier persona o entidad en Internet. Un ser humano, de cualquier edad, debería tener la libertad para decidir qué quiere registrar de su vida en la red, porque una vez publicamos una foto o un video este deja de pertenecernos para convertirse en un contenido de cualquier persona que lo quiera utilizar.
-
La exhibición de nuestros hijos en Internet puede convertirse en material de pedófilos, abusadores o cadenas de pornografía infantil. Según Child Rescue Coalition, una organización que busca proteger a los niños de la explotación sexual, el riesgo de postear cierto tipo de fotos es real y muchos hashtags o temas que parecen inocentes son usados por los delincuentes para conseguir material de pornografía infantil. Aquellas fotos que subimos a nuestras redes y etiquetamos con estos hashtags son muy peligrosas: #nakedchild #modelingchild #toddlerbikini #skinnybabybooty, es decir, fotos de los niños en vestido de baño pañales, desnudos o semi desnudos.
-
Estamos exponiéndolos a un posible bullying o matoneo. Un buen ejemplo es el video de las dos hermanas que se pelean porque una de ellas apaga la vela de un pastel de cumpleaños. El video se hizo viral y tuvo tantas reproducciones y tantas interpretaciones que la mamá de las niñas tuvo que grabar un segundo video para explicar que se trataba de un comportamiento normal en una relación de hermanas y que solo lo grabó para compartirlo con los familiares que no habían asistido a la celebración. No imaginaba que sería material de stickers, memes y burlas. Así que antes de publicar contenido de nuestros hijos en una situación graciosa o curiosa, pensemos que no todas las personas que lo verán le darán la misma interpretación.
Ilustraciones por Liliana Ospina. Instagram: @lilondra.
¿Por qué nos gusta compartir fotos de nuestros hijos?
Camila Laverde es psicóloga clínica y docente del Politécnico Grancolombiano. Para ella, esa necesidad de muchos padres de postear fotos de sus hijos nace debido a dos factores. El primero es la normalización de las redes sociales, ese vínculo estrecho que hemos construido con aplicaciones, teléfonos, redes y que a veces parece tan natural e inofensivo que nos hace pensar que estamos compartiendo nuestro contenido solo con personas conocidas o que nos aprecian. No es así. El segundo es la necesidad de ser validados en nuestro rol de padres: “Somos seres sociales y en la medida en que compartimos más momentos de la crianza nos sentimos validados. Los logros que alcanzamos o alcanzan nuestros hijos adquieren mayor estatus si lo perciben otras personas. Nos hace sentir mejor”, afirma la especialista.
Muchos padres olvidan que debe trazarse una línea entre lo público y lo privado, como afirma Alexandra Ruiz, psicóloga clínica adscrita a Colsanitas: “¿Por qué damos tanta información en redes sociales si siempre estamos tratando de enseñarles a los niños a no hablar con desconocidos, a no recibir nada de desconocidos, a no entregar más información de la necesaria? Hay una incongruencia muy fuerte entre lo que decimos y lo que hacemos con las redes sociales”.
Nuestros hijos están aprendiendo todo el tiempo del ejemplo de su familia. Enseñarles a mantener una relación sana con las redes sociales es un aprendizaje que deben adquirir desde pequeños para convertirse en ciudadanos digitales maduros, conscientes y poco vulnerables.
La cifra
El 92% de los niños de dos años ya tienen presencia en línea.
Recomendaciones para proteger a los niños
Child Rescue Coalition sugiere a los padres unas preguntas antes de postear un contenido de nuestros hijos en cualquier red social:
-
¿Por qué estoy compartiendo esto?
-
¿Quisiera que alguien más compartiera una imagen de mí en esta situación o en esta pose?
-
¿Quisiera que esta imagen fuera vista y descargada por pedófilos?
-
¿Quiero que esta foto sea parte de la huella digital de mi hijo?
Fernanda Restrepo agrega otros consejos claves para proteger a los niños de los peligros del sharenting:
-
Edite las fotos o videos que va a poner de ellos. Hay aplicaciones fáciles de usar en el celular.
-
No publique momentos de vulnerabilidad de sus hijos.
-
Si expresan disgusto o no se sienten cómodos siendo grabados no publique ese contenido. Si dejan de hacer algo apenas empieza a grabar y luego usted los graba a escondidas, no suba ese contenido, no es ético con ellos.
-
No suba videos burlándose de sus hijos.
-
No comparta información personal: ubicación, nombre del colegio, barrio, etc.
-
Pida permiso a las madres de otros niños si va a publicar contenido donde salgan sus hijos. Aunque le den permiso, no incumpla las anteriores reglas.
-
Si en algún momento su hijo le pide que borre algún contenido donde salga, hágalo inmediatamente, sin intentar disuadirlo de lo contrario.