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Bienestar Colsanitas

Pseudoterapias psicológicas: un riesgo para la salud emocional

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Antes de elegir una terapia psicológica investigue sobre sus fundamentos y la base científica que sustenta la práctica. Hablamos con una experta para entender por qué se puede poner en riesgo nuestra salud mental si tomamos a la ligera esta decisión.

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Durante la pandemia del covid-19 surgieron no pocos tratamientos que, sin evidencia científica, supuestamente curaban la enfermedad. Algunos de ellos bastante peligrosos, como la ingesta de dióxido de cloro, que resultaba, literalmente, peor que la enfermedad.

De la misma manera, existen terapias psicológicas cuya eficacia no ha sido comprobada y que pueden afectar a quienes se someten voluntariamente a ellas, por desconocimiento y en un momento de vulnerabilidad.

El daño que ocasiona un tratamiento para la salud mental sin evidencia científica no es menor que el causado por recetas que pretenden curar dolencias físicas. En ambos casos se engaña a quien cree estar buscando lo mejor para sí, por eso hay que poner la lupa sobre cualquier decisión que vayamos a tomar en pro de nuestro bienestar.

¿Qué son las pseudoterapias?

Mauricio Polanco, docente de la Facultad de Psicología de Unisanitas, explica que generalmente se habla de pseudoterapia cuando se aplica a una persona o conjunto de personas un tratamiento, una técnica o una terapia cuya efectividad no es posible demostrar de manera científica. Por tanto, su eficacia, confianza y seguridad son dudosas, poco efectivas, inseguras y hasta peligrosas. En la psicología, se aplica para, supuestamente, tratar trastornos emocionales o problemas personales, con los consecuentes riesgos que eso implica para la salud mental.

Adriana Silva, subdirectora nacional del campo de psicología y familias del Colegio Colombiano de Psicólogos, señala que desde el Ministerio de Salud se tienen tres criterios para evaluar si una práctica corresponde a una pseudoterapia:

- Que no exista evidencia científica sobre su seguridad. No hay estudios o investigaciones con un método y un objetivo claros que estén avalados para ser replicados y que garanticen que no hay efectos secundarios de la aplicación del mismo en la salud mental.

- Que no exista evidencia científica sobre su efectividad clínica. Es decir, no hay estudios científicos que demuestran que el método es efectivo.

- Que se encuentre en fase de experimentación. Si el método está en fase de experimentación, no cumpliría con los dos criterios anteriores. En la psicología es válido el modelo conductual, que ha demostrado científicamente en fase de experimentación que hay unos métodos específicos para ayudar a las personas a controlar síntomas.

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¿Qué tipo de pseudoterapias existen?

En diferentes países del mundo se aplican distintas pseudoterapias, pues están relacionadas con el con texto y el entorno cultural, lo que hace que algunas de las personas, ante la incertidumbre, la imposibilidad de acceder a tratamientos científicos o la superstición, acudan a estas alternativas.

El Colegio Colombiano de Psicología advierte que algunas de estas pseudoterapias se pueden reconocer bajo la denominación de:

- constelaciones familiares

- psicomagia

- terapia transpersonal

- programación neurolingüística

- terapia de vidas pasadas

- lectura de cartas angelicales

¿Por qué son peligrosas?

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Aunque para algunas de estas pseudoterapias no existe tampoco suficiente evidencia que demuestre completamente su ineficacia, varias de ellas pueden generar serios riesgos o complicaciones de todo tipo para la salud mental de quienes se someten a dichos tratamientos. Puede suceder que algunas no produzcan nada o su efectividad sea mínima, pero otras podrían generar retrasos, ansiedad y pérdida de oportunidad en la aplicación de tratamientos reconocidos y efectivos.

Adriana Silva señala que se produce el riesgo de que los pacientes abandonen terapias médicas o medidas de prevención efectivas por prácticas que no han demostrado un valor curativo. Asimismo pueden ocasionar daños económicos, traumas físicos y psicológicos, y atentar contra la dignidad de los pacientes.

Este artículo hace parte de la edición 185 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa en este enlace: https://www.bienestarcolsanitas.com/images/PDF%20ED/Bienestar185.pdf