Pasar al contenido principal
Bienestar Colsanitas

Viaja que te quiero verde

Hay muchas formas de viajar, todo depende de lo que estemos buscando en nuestro descanso. Lo que es invariable en cualquier tipo de viaje es la obligación de cuidar el entorno.

A

 

l viajar descansas, expandes tu imaginación, sumas a tu experiencia asombros y reflexiones; conoces lugares y te dejas conmover por el brillo de gente anónima; muchas veces te agitas por dentro como las alas de un ave exótica y reconoces, aunque sea por breves segundos, que ya no serás la misma persona a partir de entonces. Ese desplazamiento interno estará garantizado si eres responsable con tu entorno, si en cada travesía te entregas al poder de la naturaleza y si olvidas el típico desayuno americano de los grandes resorts para entrar en contacto con las comunidades y su producción local.

El ecoturismo, o turismo sostenible, o turismo responsable se ha fortalecido en los últimos años. Tiene diversas formas de nombrarse pero un mismo objetivo: proteger nuestros entornos naturales, sociales y culturales. Ser conscientes del impacto que generamos mientras viajamos. Entender que si bien no tiene la misma cuota de responsabilidad una familia colombiana que una aerolínea o una cadena de hoteles, la posibilidad de minimizar las lesiones ambientales también recae sobre nuestros hombros, sobre las decisiones que tomamos como familia cuando estamos de vacaciones.

Bienestar Sanitas recoge algunas opciones para que siga disfrutando de sus vacaciones con un poco de sentido ecológico. Y tenga en cuenta que con pequeños gestos usted puede alargar la vida de esos lugares que tanto le gustan.

De camping con amigos

Un viaje está determinado por la logística que implica: por nuestro presupuesto y el destino al que queremos ir. Pero no siempre llegar más lejos ni ir más rápido es lo mejor. “Los viajes ecoamigables empiezan por un equipaje ligero y un desplazamiento bajo en carbono”. Esta es una de las frases que más leerá en sitios especializados en desarrollo sostenible y turismo ecológico, como el portal ecologiaverde.com.

Si usted vive en Bogotá y cuenta con deseos, buenos pulmones y unas bicicletas puede armar tremendo plan con sus amigos e ir a acampar a muchos destinos. La bici es un medio de transporte sostenible, ayuda a limitar el peso del equipaje y, por ende, la cantidad de desechos. Además, un viaje así tiene su encanto: invita a disfrutar del paisaje y los detalles del trayecto. ¿Usted no disfruta haciendo ejercicios durante sus días de esparcimiento fuera de casa? Entonces, si va en grupo, comparta el automóvil.

Los lugares para mirar las estrellas, nadar en lagunas y disfrutar con bosques y quebradas, cocinar al aire libre o hacer deportes extremos dependerá de la distancia del recorrido, del clima que esté buscando y del tiempo de permanencia. Lo mejor es consultar con empresas locales que se dedican a ofrecer el servicio de turismo ecológico. Créalo, destinos sobran: en Cundinamarca hay más de 20. A la mano y para comenzar, vaya a destinosyplanes.com, civico.com o a la página del Instituto Distrital de Turismo de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Desempolve la carpa y comience a engrasar la cadena de su bici.

viaja verde 

En familia: entre Orlando y Miami

Bien sea por su enorme infraestructura hotelera, por los millones de visitantes que reciben al año o por el alto consumo que genera su turismo, hay ciudades que dificultan, en apariencia, cumplir con la sana intención de cuidar el planeta mientras las visitamos. Orlando y Miami, en el estado de Florida, Estados Unidos, son dos de ellas. Pero a los niños les encanta, y no nos digamos mentiras: a los mayores también.

Arianna Arteaga Quintero es viajera, periodista y fotógrafa, especialista en turismo de aventura y deportes extremos. Según ella, “no deberías quedarte en un hotel gigante cuando vayas a Orlando si lo que buscas es ser cuidadoso con el ambiente”. Arteaga afirma que allí, “una manera medianamente responsable de hacer turismo es no asistir a ningún parque que tenga animales en cautiverio”.

Las instalaciones de SeaWorld son famosas por sus espectáculos con animales marinos. Antes de que la captura de cetáceos fuera ilegal en las aguas de ese país, varias empresas atrapaban delfines salvajes y los separaban de sus hábitats naturales para que actuaran frente a los turistas. SeaWorld y otros delfinarios de Florida siguen capturándolos en otras aguas, por eso reciben críticas de parte de organizaciones como la Fundación FAADA, para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales.

¿Quiere ir a Orlando y sentirse un poquito más consciente? No visitar este tipo de espectáculos es apenas una opción.

Los viajeros que quieren cuidar el medio ambiente recomiendan desconectar los electrodomésticos antes de emprender vuelo y usar tan poco papel como sea posible. Quizás no lo sepa, pero según datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la implementación de boletos electrónicos salva aproximadamente 50.000 árboles por año. Por último, donde sea que se hospede, pida que no le cambien a diario las toallas y sábanas; de esa forma, aunque haciendo poco por reducir el impacto negativo sobre la naturaleza, podrá sentirse mejor aportando, casi literalmente, un granito de arena.

 En pareja: Aruba o Santa Marta

«Deja la playa más limpia de lo que estaba» dice un refrán popular entre viajeros. El dicho no es azaroso: instituciones especializadas en desarrollo sostenible y cuidado del medio ambiente estiman que más de un 70% de la población mundial (aproximadamente 3.600 millones de personas) vive en las costas o cerca de ellas, la mayoría en zonas urbanas, lo que hace casi irremediable la alteración de muchos ecosistemas marítimos por el impacto negativo de los desechos que los seres humanos producimos y depositamos en el mar.

Bosques de manglar, arrecifes coralinos, lagunas costeras, golfos y estuarios: todos se degradan, aunque no lo notemos en el momento. Lo mejor que podemos hacer por esas tierras benditas entre el agua y las palmeras es reciclar, reutilizar cualquier envase para beber y comer, evitar en lo posible generar desechos y respetar: no extraer especies de flora y fauna de su ambiente natural, incluyendo plantas, conchas, piedras, flores y corales. Mucho menos comercializarlas.

En Santa Marta, en las cercanías del Parque Tayrona y sus pueblos aledaños como Palomino o Don Diego, en la Sierra Nevada, que han visto cómo han aumentado exponencialmente los visitantes en los últimos años, hay opciones para hacer caminatas y paseos ecológicos, y también para conseguir hostales y cabañas que se han levantado respetando el entorno natural. Para conseguir el ideal, lo mejor es dedicarle un poco de tiempo a la investigación en la web y leer los comentarios de los viajeros en páginas como TripAdvisor.

Si prefiere una playa fuera de las fronteras colombianas, hay que decir que Aruba, pese a su enorme infraestructura hotelera, se ha enfocado en ser sustentable y respetuosa con el medio ambiente. Es lógico: la industria del turismo representa el 80% de su PIB y el turismo ecológico es una tendencia mundial. Los encargados del hospedaje han implementado paneles solares para generar energía limpia y se preocupan por que el abastecimiento de lo que consumen los huéspedes esté apoyado en proveedores locales. Y lo han hecho con programas certificados por empresas como Earthcheck o Green Globe. Eso es un aval. ¿Reservas naturales, atardeceres mágicos y arenas blancas en esta isla? Todas las posibilidades están en es.aruba.com. Allí, intente privilegiar los lugares de menor tamaño o aquellos cuya sustentabilidad ha sido verificada por una organización independiente.

Viaja verde2

¿Y si vamos a una ciudad como Nueva York o París?

Hay formas diversas de practicar un turismo sostenible, independientemente del destino. Un dato si se quiere trivial, pero que ayuda en estas metrópolis, es llevar una bolsa de tela para hacer las compras durante las vacaciones. Sin embargo, no siempre en el manejo de los recursos está la clave. En el caso de lugares distantes a nuestra cultura lo que más se recomienda es relacionarnos e integrarnos a la comunidad local, y esto no se hace solamente saludando a los vecinos.

“Para que el turismo sea responsable en todo sentido hay que buscar opciones para comer lo que se produzca en el lugar. Por ejemplo, si allí se cultivan manzanas, entonces pruébalas, que además deben ser buenísimas. Eso también es cuidar el entorno”, afirma Arianna Arteaga, quien advierte que de esa manera se puede reducir aunque sea un poco la contaminación causada por el transporte de mercancías.

En vez de buscar alojamiento en hoteles presuntuosos, siempre será mejor —para cualquier ciudad que se quiera visitar, pero en especial las grandes— dormir en posadas o casas de familia, que se consiguen a través de páginas como airbnb.com o su reciente ramificación: es.ecobnb.com, donde se privilegia el respeto a la naturaleza y las comunidades locales.

En Nueva York o París (o Barcelona, Roma o Berlín), los grupos de conciencia ecológica y el impulso a la producción y consumo de alimentos orgánicos están muy presentes. Con informarse a través de las páginas especializadas y seguir la mayoría de los consejos que ha leído hasta ahora en este artículo

—ahorrar energía, andar en bici, no asistir a atracciones con animales, evitar el despilfarro, disfrutar de los parques públicos o reducir el consumo de plástico y la generación de desperdicios— estará demostrando dos cosas mientras disfruta de sus vacaciones: ética y compromiso con su espacio y su tiempo.

Ecoguía para iniciar tu viaje sostenible

Ecomochilas.com: Si quiere entrar de lleno en la naturaleza colombiana y sin conocerla a fondo a través de sus parques, haga clic en este enlace. Sus creadores se enfocan en recorridos para grupos pequeños y ofrecen múltiples destinos: cascadas, montañas, desiertos, avistamientos de aves y ballenas jorobadas... No hay paisaje que se les escape.

es.responsiblehotels.travel: Se venden como el punto de encuentro entre viajeros y hoteles responsables. Si busca opciones por categorías o experiencias, esta página española es buena aliada. En España hay hasta 23 hoteles recomendados, fuera de allí hay otras 20 opciones en 13 países tan distintos y distantes como Costa Rica, Croacia y Kenia.

turismo-responsable.com: Se especializan en velar por los animales. En su plantilla podrá jugar con un mapa y evaluar opciones por continente y países. Hay un blog en donde se recomiendan ciudades y travesías. Y lo mejor: la página cuenta con un listado mundial de empresas y operadores que practican el turismo sostenible. Para anotar y confiar.

es.econbnb.com: Vaya directo al grano: si busca alojamiento sostenible, escriba el lugar al que quiere ir, las fechas de llegada y salida, navegue a placer por las opciones, entre las que manda Europa y, dentro del Viejo Continente, Italia.
Hay ofertas especiales y fotos de los destinos, que pasan por un sistema de evaluación de una a siete hojitas verdes, según criterios ecológicos.

ecoturismocolombia.com/es: Pertenece a la organización Parkway, con sede en Bogotá, y ofrece un abanico amplio de paquetes para recorrer el país con alma verde, e incluso la capital.
También hay planes internacionales. No todos entran en las categorías del turismo responsable, pero tienen descripciones detalladas. Hurge usted y decida.


Leo Felipe Campos

Periodista y escritor.