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Bienestar Colsanitas

Colegios saludables, una tendencia en ascenso

No es suficiente la práctica de los protocolos de bioseguridad. Los colegios deben ofrecer alimentación de calidad, actividad física diaria, buen aprovechamiento de los recursos y manejo correcto de los desechos, entre otros. 

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Sacrificar educación en función de la salud? Esta es la pregunta que atormenta al mundo desde hace más de año y medio.

Pero antes de aventurar una respuesta imposible, vale la pena centrarse en una teoría en la que suelen coincidir expertos del área de la salud, la educación y el medio ambiente, entre otras especialidades: las repercusiones del Covid-19 aún están lejos de terminarse y posiblemente ésta tampoco será la última pandemia a la que la humanidad tendrá que enfrentarse. 

Juan Pablo Aljure, líder de Climate Reality (el grupo de Al Gore), magíster en Gestión Ambiental y presidente del Colegio Rochester, asegura que la crisis climática, provocada en gran medida por sobrepoblación humana y nuestra forma de vida, está derivando en terribles sequías e inundaciones que aceleran la incubación de infecciones y, por tanto, la expansión de nuevas pandemias. 

Así que, sin saber qué nos depara el destino en materia de salud pública, lo más oportuno será optar por colegios e instituciones educativas saludables, ya que seguir privando a las nuevas generaciones de una educación de calidad no solo se revertirá en problemas de salud mental a corto plazo para los niños y jóvenes sino en un futuro sombrío para el mundo.

ColegiosSaludables2 CUERPOTEXTOSin saber qué nos depara el destino en materia de salud pública, lo más oportuno será optar por instituciones educativas saludables.

Pero, ¿qué es un colegio saludable?

Es un concepto amplio que no solo está determinado por el uso adecuado de los protocolos de bioseguridad impuestos por el Ministerio de Salud, como uso de tapabocas, lavado de manos y distanciamiento social. El concepto saludable debe abarcar el tipo de alimentación que se ofrece en el colegio, las zonas al aire libre donde los niños pueden jugar y desarrollar habilidades motoras, los equipos de especialistas enfocados en cuidar de la salud mental de los estudiantes y otras de sus necesidades, la posibilidad de practicar deportes y una educación con conciencia ambiental, entre otros. 

Para Juan Pablo Aljure, la educación con conciencia social va mucho más allá de enseñar a nuestros niños el verdadero enfoque del reciclaje y la siembra de árboles, que son ciertamente importantes para el Planeta: “Al hablar de una educación sostenible también estamos pensando en construir colegios donde se respire un aire sin contaminación, donde se haga un adecuado uso de los desechos, de los recursos hídricos y de la energía. Donde la luz, el sonido y el aire dentro de las aulas y los recintos estén diseñados para potenciar el ejercicio educativo; donde la alimentación que reciben los niños sea nutritiva y no esté contenida en empaques plásticos”.

Por su parte, Marcela Vallejo, psicóloga y experta en Teoría de la Elección, asegura que un colegio saludable debe cuidar también la salud mental de los niños. “William Glasser, psiquiatra y psicólogo estadounidense, creador de la Teoría de la Elección (explicación psicológica del comportamiento humano), nos enseña que la felicidad y la salud mental dependen de la calidad de las relaciones, la cual está asociada con las necesidades básicas que todos los seres humanos tenemos, en mayor o menor intensidad: sentirnos a salvo, respetados y valorados, sabernos queridos y parte de algo, tener la libertad de elegir y poder disfrutar y divertirnos. Es responsabilidad de los colegios y de las familias permitir y propiciar que todas estas necesidades vitales sean desarrolladas satisfactoriamente por los niños y jóvenes”. 

“Las depresiones, el estrés, el insomnio, los temores, la ansiedad y hasta el suicidio han estado desbordados durante estos 18 meses o más, sobre todo en poblaciones vulnerables como los jóvenes. El cambio repentino de rutinas y de certezas han trastocado su realidad. Por tanto, es vital que las instituciones y universidades tengan departamentos especializados y estén muy atentos a prestar ayuda pronta y oportuna”, comenta la psicóloga Liliana Rueda, coordinadora de Proyección Social de La Universidad Piloto de Colombia.  

El juego y los deportes son también fundamentales en la salud de los estudiantes. “El movimiento es la puerta de entrada al aprendizaje”, asegura la pedagoga María Consuelo Añez. “Todos crecimos para hacer amigos y vivir en comunidad y es el juego el que nos permite desarrollar estas características. Por tanto, no solo es oportuno elegir un colegio donde se le dé importancia a los tiempos para jugar, incluso como parte de su proceso formativo, sino también elegir un colegio que tenga espacios amplios y al aire libre para poder hacerlo”.

Y esto no es un juego. Según un informe de 2007 de Salud América, en las escuelas latinas, generalmente en primaria, se dan menos de 20 minutos de recreo diario y menos de 150 minutos de educación física a la semana, además tienen la participación más baja de deportes de liga o sesiones de entrenamiento físico después de la clase. El mismo informe asegura que las escuelas en América Latina también suelen incluir en sus tiendas y máquinas expendedoras alimentos ultra procesados, altos en grasa, sodio y azúcar.

Por estas razones, son fundamentales los programas de salud que introducen los colegios. Hay que optar por los que limiten los snacks, las comidas chatarra y las bebidas no saludables. O aquellos que tengan más tiempo de recreo y un programa de por lo menos 30 minutos diarios de actividad física.

ColegiosSaludables3 CUERPOTEXTOEl juego y los deportes son también fundamentales en la salud de los estudiantes.

Claves para un aula saludable

Jorge Quintero, biólogo y experto en construcción sostenible habla de cuatro condiciones.

  1. Los salones deben contar con buenas fuentes de luz natural y artificial, que ayuden a la concentración de los niños y eviten que tengan que esforzar demasiado los ojos.

  2. Deben contar con adecuados sistemas de ventilación. Hay que pensar que después del recreo los niños llegan exhalando CO2, lo cual evita la buena oxigenación y el debido proceso cognitivo. 

  3. Los materiales de las mesas y pupitres también deben cuidarse. No solo debe pensarse en usar maderas extraídas de bosques sostenibles, sino en el uso de pegantes no tóxicos.

  4. Es recomendable que la pintura de las paredes tenga bajos niveles de elementos orgánicos volátiles, los cuales pueden ser causantes de afecciones respiratorias.

 

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Adriana Restrepo

Periodista, productora y cofundadora de Relatto.