Un recorrido a través de las pasiones y las herramientas para el bienestar de María Camila Díaz, la talentosa directora del espacio radial “W Fin de Semana”.
María Camila Díaz tiene una voz cercana para muchos colombianos. Tanto que al encontrarse con ella se puede sentir como una de esas personas que uno conoce de toda la vida. Ha trabajado para las emisoras Blu Radio, La FM, Caracol, y durante cuatro años acompañó a Julio Sánchez Cristo en el programa de la mañana de W Radio. Hace algunos meses se “independizó” para liderar el espacio “W Fin de Semana”, que se convirtió en uno de los de mayor audiencia de la estación.
María Camila ha cubierto mundiales de fútbol, masacres guerrilleras, secuestros y liberaciones. Conoció la guerra desde el campo de batalla y eso la llevó a enamorarse de la paz. Desde la cabina y desde su canal de YouTube ha utilizado su voz para ayudar al país a alcanzarla.
De su belleza se puede decir mucho. Arranca con unas pestañas largas y una mirada penetrante. Continúa con una sonrisa que es ante todo honesta. Y remata con una inteligencia que envuelve. Es una mujer que ha trabajado duro, que conoce bien su lugar, que no vive de grandes egos, que escucha boleros y que sueña con dirigir un programa de entrevistas en horario estelar.
¿Qué es bienestar para ti?
Tranquilidad, estar en paz con nuestro ser interno, salud y una buena calidad de vida.
¿Qué haces para tener bienestar?
Una de las cosas que me ha caracterizado es el amor a lo que hago, la pasión con la que trabajo. He tenido la fortuna de estar en este medio desde hace muchos años y esto me ha traído muchísima satisfacción.
Desde hace poco conduces tu propio espacio, “W Fin de Semana”. ¿Cómo ha sido para ti en términos profesionales?
Es un magazín de fin de semana, con temas que podrían considerarse ligeros, pero hemos intentado dar primicias, hacer entrevistas de fondo y contenido que sea replicable en otros medios. Hemos logrado contar grandes historias. Estoy feliz porque le puedo dar mi sello personal. Por otro lado, este nuevo espacio me ha dado mayor calidad de vida, porque antes me levantaba a las 4:30 a.m.; también me ha dado la libertad de hacer más cosas.
En tu canal de YouTube leíste los informes de la Comisión de la Verdad junto a personajes de la vida nacional y protagonistas del Proceso de Paz…
Sí, así abrí mi canal. Todo nació porque oí al padre Francisco de Roux entregando el Informe y los testimonios de la Comisión de la Verdad, y se me escurrieron las lágrimas. Sentí que leerlos era mi obligación como periodista y como ciudadana. Me inspiré en las lecturas en voz alta que hizo Ricardo Silva Romero de sus libros. Entendí que no tenía ningún sentido hacerlo yo sola, y busqué a algunas personas reconocidas. Estuvieron conmigo Daniel Coronell, Félix de Bedout, María Jimena Duzán, Daniel Samper Ospina. También Alejandra Borrero, Aterciopelados, Timochenko, Humberto de la Calle, Juan Manuel Santos, víctimas del conflicto. Fue un ejercicio muy satisfactorio.
Locación: agradecimiento Hotel Estelar Parque de la 93.
Uno de los cubrimientos más recientes fue el del Mundial de Fútbol de Catar, en el que estuviste a cargo de las historias lejos de los estadios. Tuviste una inmersión muy interesante en una cultura que parece tan distinta a la nuestra…
Tenía mucho miedo al llegar a ese país con respecto al trato que nos iban a dar a las mujeres. Sin embargo, nos trataron muy bien. Hice un gran amigo, Mohamed, que me hizo cambiar un poco lo que yo pensaba sobre su cultura. Si bien las mujeres tienen que cubrir su cara y su cuerpo, cosa que en Occidente nos puede molestar, tienen otras peleas ganadas: allá, por ejemplo, les pagan igual que a los hombres. Claro que no comparto mandatos de su religión, como que el homosexualismo sea visto como delito, pero aprendí a respetar muchísimo más su cultura.
Y con respecto a la belleza en Medio Oriente, ¿qué aprendiste?
Allá el tema de la belleza interior es importante. De hecho, tuve la oportunidad de hablar con una sheikh, una mujer muy poderosa en dinero y estatus social. Ella me contaba que el tema del hiyab, dentro de la cultura musulmana, es significativo, porque lo que buscan es que los hombres se enamoren de ellas por lo que hay adentro. Ya en la intimidad de sus casas, se arreglan para sus esposos. Incluso gastan en maquillaje y prendas muy finas y costosas.
Las mujeres bonitas que llegan a puestos importantes son juzgadas con un doble rasero. ¿Has sentido esto en tu carrera? ¿El ser bonita te ha costado a la hora de crecer profesionalmente?
A lo largo de mi carrera lo he visto, y lo más duro es que esos comentarios vienen generalmente de mujeres. Por eso digo, y lo sostengo al aire, “no nos demos tan duro entre nosotras”. Y lo aplico. Si una colega lo está haciendo bien, se lo digo: “te admiro”. Creo que ese tipo de comentarios nos da un poder enorme.
¿Haces algún deporte?
Sí, siempre me ha gustado moverme, me gusta jugar fútbol, pero el boxeo real cambió mi vida. Lo conocí en Miami gracias a un mentor neoyorquino que me enseñó mucha técnica, y desde ahí es un deporte que siempre trato de practicar.
¿Sigues alguna dieta especial?
Voy a empezar un programa de Santiago Rojas que se llama “Hábitos saludables”, porque siento que necesito una guía ahora para bajar grasa y moldear. Conozco gente que lo hizo y he visto que tiene muy buenos resultados. Creo que la clave está en evitar los procesados y alimentarse con comida real.
¿Algún tip de belleza que no falla?
Cada mes hago una hidratación para el pelo y lo despunto cada tres meses. Y mi rutina de cuidado para la piel no va más allá de ponerme protector solar dos veces al día y usar sueros hidratantes.
- Este artículo hace parte de la edición 186 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
*Periodista y productora. Fundadora de www.relatto.com, una plataforma que comparte historias reales de América Latina y el mundo.
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