Pasar al contenido principal
Bienestar Colsanitas

¿Por qué ha habido tanta actividad volcánica en el último año?

'

En apenas algunos meses hemos visto imágenes aterradoras tras la erupción de varios volcanes. ¿Acaso la actividad volcánica ha aumentado en el planeta durante este tiempo?

SEPARADOR

La más reciente fue la de la isla de Tonga, en la Polinesia, a mediados de enero. Antes, fue la cortina de vapor y ceniza del volcán Nevado del Ruiz, en Colombia, en noviembre del año pasado. Un poco más atrás fue la del volcán de La Palma, en España, en septiembre del año pasado. Y más o menos por la misma época fue la del Volcán de Fuego de Guatemala. Estas, solo por mencionar algunas de las que tuvieron mayor cobertura mediática en el país. Todas ocurrieron en un lapso inferior a seis meses, razón por la cuál vale la pena preguntarnos: ¿por qué ha habido tanta actividad volcánica en el mundo durante el último año?

La pregunta resulta necesaria, pero también engañosa. He aquí la respuesta: no ha habido tanta actividad volcánica en el mundo durante el último año. La que ha habido es la que suele haber año tras año. Para ponerlo en términos numéricos, el Programa Global de Vulcanismo del Instituto Smithsoniano reportó que durante 2021 hubo 78 erupciones volcánicas a lo largo del mundo, y alrededor de 74 volcanes activos. Los casos arriba mencionados apenas representan el 5 % de esa cifra. 

Acaso puede ser difícil pensar que en un lapso de doce meses hubo 78 volcanes expulsando material desde su cráter en distintas zonas del planeta y que las imágenes de columnas de vapor y ríos de lava no son casos aislados. Pero las estadísticas así lo demuestran: durante 2020 hubo 73 erupciones y 68 volcanes activos; en 2019, 74 erupciones y 72 volcanes activos; durante 2015, 88 erupciones y 83 volcanes activos; en 2010, 77 erupciones y 69 volcanes activos. La lista podría seguir y el promedio anual sería el mismo, por lo menos hasta comienzos de siglo.  Así las cosas, no ha habido tanta actividad volcánica durante el último año. 

VOLCAN

Ahora bien, ¿qué debemos entender por actividad volcánica? ¿Es lo mismo la actividad volcánica que la erupción volcánica? Marta Calvache, directora técnica de geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano (SGC) señala que ambos términos aluden a fenómenos volcánicos distintos. Una erupción volcánica sucede cuando algún tipo de material sale por el cráter del volcán, desde ceniza hasta lava, mientras que la actividad volcánica abarca cualquier otro tipo de manifestación geológica. La actividad volcánica comprende diferentes manifestaciones que anteceden a la erupción volcánica. A veces suceden decenas de años antes de que el volcán haga erupción.

Por ejemplo, durante el 2021 el volcán colombiano Machín presentó sismos de magnitud 5 en la escala de Richter, pero no expulsó ningún tipo de material por su cráter, es decir, manifestó actividad volcánica. Por otro lado, el volcán Nevado del Ruiz durante este primer mes del año 2022 ha presentado una columna de vapor con eventuales pulsos de ceniza, y técnicamente hablando ello podría considerarse una erupción volcánica. No obstante, señala la ingeniera Calvache, la ceniza que ha expulsado el volcán es tan poca que es mejor considerarla una actividad volcánica. 

Dicho esto, es posible aventurar que algunas de las 78 erupciones volcánicas reportadas por el Smithsonian sean apenas columnas de vapor con pulsos de ceniza. O, en otras palabras, que no sean erupciones con lava como la de La Palma. Tan es así, que esa estadística acoge al volcán Nevado del Ruíz. Dice Calvache: “Esos datos de actividad volcánica dependen de los datos que suministren los centros de estudio de cada lugar del mundo. En la naturaleza y en fenómenos como este no hay datos exactos. ¿Cómo se reporta lo de La Palma? ¿Como una sola erupción o como muchas erupciones, o como una erupción que duró varios meses?”.  

SEPARADOR

La cifra
Durante 2021 hubo 78 erupciones volcánicas a lo largo del mundo, y alrededor de 74 volcanes están activos.

SEPARADOR

Mientras que los fenómenos geológicos son un asunto de la naturaleza —y llevan millones de años andando—, los reportes de actividad y erupciones volcánicas son un asunto humano. Esto ocasiona que los datos disponibles de tales fenómenos no sean exactos y también que nuestra percepción de ellos esté sesgada. Vemos y comunicamos con atención las erupciones volcánicas de los sitios a los que hemos llegado como especie. 

Un informe del Smithsonian recuerda que la erupción del volcán Pinatubo, Filipinas, en 1991 causó un gran revuelo mediático por su magnitud volcánica y por las consecuencias humanas que ocasionó, mientras que la erupción del volcán Cerro Hudson, en una zona remota de Chile, durante el mismo año, apenas fue de interés mediático. 

Ese sesgo, señala la ingeniera Calvache, es ocasionado por lo que se conoce como “Amenaza volcánica”, esto es, por las consecuencias naturales y humanas que pueda ocasionar el fenómeno volcánico. “La erupción del Nevado del Ruiz en 1985 no fue un fenómeno volcánico de gran magnitud, sin embargo, la amenaza volcánica sí fue grande porque la erupción alcanzó sitios de alta población y murieron 23.000 personas. En La Palma hubo gran destrucción de viviendas y mecanismos de subsistencia; en el Volcán de Fuego murieron cientos de personas, pero ambas fueron erupciones de un tamaño moderado”, agrega Calvache. 

Al volver a la pregunta inicial, en definitiva, la actividad volcánica del último año ha sido consistente con la actividad volcánica de este siglo. Y sus números, por alarmantes que parezcan para algunos de nosotros, tan solo son el recordatorio del movimiento interno de nuestro planeta. Nos hemos quedado con algunas imágenes escandalosas de los ríos de lava bajando por una colina o de los hongos de vapor y ceniza que alcanzan el cielo, olvidando por un momento que a kilómetros bajo nuestros pies las altas temperaturas funden la Tierra sin descanso y hacen de ella el fuego que la alimenta.     

 

*Periodista y escritor colombiano

SEPARADOR

'
Brian Lara

Periodista. Colaborador frecuente de Bienestar Colsanitas y de Bacánika.