Desde el teatro hasta la música, el encuentro colectivo se convierte en un acto de cuidado y resistencia que nos fortalece y nos hace invencibles. El arte y la cultura no solo enriquecen nuestra vida, sino que también son poderosas herramientas para fomentar el bienestar emocional y fortalecer la convivencia comunitaria.
A través de la palabra, el cuerpo, la música y la imagen, el arte nos invita a afirmarnos frente al mundo y a reconocer su poder transformador desde lo colectivo. La danza conecta con la raíz y la memoria; la poesía libera el lenguaje de la literalidad y lo devuelve a su dimensión simbólica; el cine convierte los dolores silenciados en relatos compartidos. El arte no solo moviliza emociones: también teje vínculos, afianza la cultura y abre caminos para sanar, resistir y construir comunidad.
Estas 13 personas hacen parte de 200 voces del bienestar, pues reivindican el arte y la cultura como fuerzas vivas de identidad, cuidado y transformación.


La satisfacción de estar con más gente
Dramaturgo
Cofundador del Teatro Petra
El humor
En Londres, durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial por parte de la Luftwaffe alemana contra la ciudad, cuyo objetivo era intervenir sin misericordia para destruir la voluntad de resistencia del pueblo británico, sucedió algo que no estaba dentro de los presupuestos de Hitler y sus seguidores. Para los nazis, la destrucción iba a descomponer a la comunidad, a llevar a la ciudadanía a un estado de pánico; sin embargo, después de los bombardeos, en los barrios más humildes, según relata J. T. MacCurdy, “los niños seguían jugando en las aceras, la gente que había salido a hacer sus mercados seguía regateando con los comerciantes, un agente de policía dirigía el tráfico con cara de aburrimiento y los ciclistas seguían su camino, desafiando a la muerte y contraviniendo las normas de tráfico”. Todo el ecosistema cultural seguía intacto, la comunidad era tan sólida que ni las bombas la habían fracturado.
Al hablar de algo tan extenso como el concepto de cultura, podríamos concentrarlo en Gente que se reúne para tomar café, hacer el mercado, montar una obra o juntarse para cocinar. Toda actividad conjunta es una construcción cultural y la cultura es convivencia, y la convivencia nos da seguridad y alegría, hace a un país indestructible.
En las fachadas de las tiendas reducidas a escombros los comerciantes ingleses ponían letreros como: “Estamos más abiertos que de costumbre”, o se veía en los bares “nuestras ventanas se han ido, pero nuestros licores son excelentes. Pasen y pruébenlos”. Tengamos en cuenta que “licores” en inglés también se escribe como Spirit que a su vez traduce “espíritu” lo que daría: “nuestro espíritu es excelente”.
El humor
En Londres, durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial por parte de la Luftwaffe alemana contra la ciudad, cuyo objetivo era intervenir sin misericordia para destruir la voluntad de resistencia del pueblo británico, sucedió algo que no estaba dentro de los presupuestos de Hitler y sus seguidores. Para los nazis, la destrucción iba a descomponer a la comunidad, a llevar a la ciudadanía a un estado de pánico; sin embargo, después de los bombardeos, en los barrios más humildes, según relata J. T. MacCurdy, “los niños seguían jugando en las aceras, la gente que había salido a hacer sus mercados seguía regateando con los comerciantes, un agente de policía dirigía el tráfico con cara de aburrimiento y los ciclistas seguían su camino, desafiando a la muerte y contraviniendo las normas de tráfico”. Todo el ecosistema cultural seguía intacto, la comunidad era tan sólida que ni las bombas la habían fracturado.
Al hablar de algo tan extenso como el concepto de cultura, podríamos concentrarlo en Gente que se reúne para tomar café, hacer el mercado, montar una obra o juntarse para cocinar. Toda actividad conjunta es una construcción cultural y la cultura es convivencia, y la convivencia nos da seguridad y alegría, hace a un país indestructible.
En las fachadas de las tiendas reducidas a escombros los comerciantes ingleses ponían letreros como: “Estamos más abiertos que de costumbre”, o se veía en los bares “nuestras ventanas se han ido, pero nuestros licores son excelentes. Pasen y pruébenlos”. Tengamos en cuenta que “licores” en inglés también se escribe como Spirit que a su vez traduce “espíritu” lo que daría: “nuestro espíritu es excelente”.
Una obra de teatro que se comparte, el goce que causa una reunión, las penas que se tejen con quienes compartimos dolores, la vida en comunidad nos hace indestructibles. Toda actividad conjunta es una construcción cultural que nos salva.
Estas madres han creado colectivos de mujeres que tejen, hacen teatro, narran sus historias, cantan la historia, dibujan sus vidas creando comunidades indestructibles y solidarias que nunca serán suficientes para recuperar las vidas que se fueron, pero que sí están generando nuevas vidas, nuevas comunidades, nuevas formas de ver el país, reconstruir y reencontrarse. Ante tanto dolor la cultura llega como un aire de bienestar.
Un ejemplo de teatro
En el recuento de las representaciones teatrales posteriores a la independencia de Colombia, hay una historia particular de una obra en la que fusilaban a Policarpa Salavarrieta, el público comenzó a protestar, incluso con signos de violencia como lanzarle un trozo de panela al verdugo que le causó un pequeño descalabro. En ese momento el verdugo no era realista (del ejército realista), era un actor aficionado designado para ese rol. Para el público la escena era absolutamente vívida y no quería que la realidad se repitiera. Se habían juntado de nuevo para independizarse, para defender a los suyos.
No dice la crónica si la obra era mala o buena, pero, aunque no hubiera tenido unos altos estándares de calidad la comunidad se juntó, hubo reunión de amigos que no sabía que lo eran.
La ropa
Pensemos en un joven que se acaba de vestir para ir a un espectáculo (también puede ser una fiesta, una cena, una reunión de exalumnos) que espera desde hace días, se pone una de las camisas que más le gusta. Cuando ya está listo llama a su amiga para concretar la cita y llegar juntos, ella sabe que tal vez haga frío y que lo mejor sea llevar algo abrigado. Se encuentran, toman algo antes del espectáculo, charlan y ven cómo llegan más parejas, familias, amigas, desconocidos, gente que piensa diferente a ellos, otra que piensa igual.
En unos instantes toda esta gente estará unida alrededor de una cosa: lo que verán, lo que harán, lo que compartirán. Por unas horas estarán fundidos para compartir algo que reafirmará su carácter de comunidad.
Bienestar
Después de la guerra, y como premio y agradecimiento a la sociedad británica, que se había mantenido sólida, el Reino Unido crea uno de los periodos más brillantes de un estado de bienestar. Gracias a la cultura se había ganado la guerra.

La grandeza de un artista no está en la fama, sino en la pasión por su profesión
Teresita Gómez
Pianista
Ganadora del Premio Nacional Vida y Obra en 2020
Quien desea adentrarse en el mundo del arte debe abrazar su vocación, pues solo la pasión que sienta por ella le dará las fuerzas necesarias para resistir y persistir. Como el escultor que esculpe su obra, el artista debe cincelarse a sí mismo con amor por lo que hace. Debe tener claro que la fama no se persigue, llega por sí sola, pues no es una mercancía que se venda en cualquier parte.


Deja que todo fluya a través de ti, sin retener ni aferrarte a nada
Artista
Representante del gótico tropical. Curadora del Premio Arte Joven en 2022 y 2023.
Es muy emocionante la idea de vaciarse, de no percibirse como algo rígido, sino de creer que tenemos la posibilidad de ser transformados por cualquier información que venga de afuera. Aquello que va entrando también va saliendo y no hay que cargar con nada. Es como si fueras un canal para que la información pase a través de ti: no la guardas, ni la consolidas, ni la solidificas, sino que circula luego de alcanzarte.


Procuro que hacer cine sea una experiencia grata para todo el equipo, no estresante
Director de la película Un poeta
Ganadora del premio especial del jurado en el Festival de cine de Cannes
Para mí estar bien es estar tranquilo. Vivir con calma cada momento. Hacer cine puede llegar a ser muy estresante, pero los años y la experiencia te enseñan a encontrar la calma y la tranquilidad. Y procuro que quienes trabajen a mi lado disfruten el proceso de hacer cine, que lo sientan como una experiencia gratificante.
No dejes que el miedo decida por ti
Aunque sigo sintiendo terror al volar, he aprendido que mi deseo de conocer el mundo puede ser más fuerte. A veces, el coraje no se siente como valentía, sino como tomar una pastilla, subirse al avión y esperar lo mejor.
Periodista, escritora, traductora y poeta
Condujo el podcast Womansplaining, en colaboración con la revista 070.

Entre San Francisco y Gabo: la aceptación es clave
Jaime Abello Banfi
Abogado y periodista
Director General y cofundador de la Fundación Gabo
El santo de Asís pedía serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, coraje para cambiar las cosas que podemos cambiar, y sabiduría para conocer la diferencia. El consejo estratégico de Gabo en la junta directiva de su Fundación era muy simple: lo que se puede, se puede, lo que no se puede no se puede. La enseñanza que comparto de estos maestros para la búsqueda del bienestar es la importancia de asumir y aceptar la realidad, pero sin renunciar a luchar.


Mi cine es hijo de la terapia
Cineasta
Dirigió tres capítulos de la serie Cien años de soledad
Creo que mi película Matar a Jesús existió gracias a la terapia. Soy la paciente más antigua de mi psicoanalista, llevo haciendo terapia 22 años. Y no cualquiera: psicoanálisis freudiano-lacaniano, que es durísimo, y empecé muy chiquita. Mi madre es súper freudiana pero ella nunca nos impuso la terapia, hasta que un día dije que quería ir a una sesión, me llevaron y ahí sigo. Siento que mi cine es un hijo de la terapia. Me he dado cuenta de que Matar a Jesús se ha vuelto materia de estudio en varios grupos de psicoanálisis, como un ejercicio de sublimación del dolor.
Tomado de la Edición 185


La poesía es una expresión literaria que se debería cultivar desde la infancia
Geólogo y doctor en geofísica
Coordinador del Grupo de Investigación en Geoamenazas del SGC
No sabemos si un volcán entrará en erupción o si habrá un sismo mañana. Estos eventos me han enseñado que la vida es impredecible y no todo puede planearse. Mi lema es carpe diem: disfruta el momento, pero sin perder la responsabilidad. Para mí, vivir el presente es hacerlo con intensidad y ayudando a otros, pues el futuro es incierto y no sabemos qué nos deparará.
El arte no implica aislamiento, es una posibilidad de encuentro
Mi práctica me llevó a desaprender lo aprendido en la universidad, especialmente la idea del artista aislado en su taller. Los espacios públicos con arte deben ser puntos de encuentro donde todos participemos. El museo no es solo para expertos, pues existen diversas formas de habitarlo.
Artista plástica
Directora del Museo Nacional

El arte nos salva de la asfixia
Directora general
Instituto Distrital de las Artes, Idartes
Decía el filósofo italiano Nuccio Ordine en La utilidad de lo inútil que: “las actividades que no sirven para nada podrían ayudarnos a escapar de la prisión, a salvarnos de la asfixia, a transformar una vida plana, una no-vida, en una vida fluida y dinámica, una vida orientada por la curiosidad respecto al espíritu y a las cosas humanas”. Las actividades que “no sirven para nada”, son las artes que permiten que el sentido de lo humano cobre vida. Eso es lo que las artes hacen: producen bienestar, no entendido desde la visión hedonista -el placer por encima del dolor- ni desde la de satisfacción -de los deseos y las preferencias-, sino, más bien, desde la que concibe que bienes objetivos como el conocimiento, la amistad, los logros y -añado yo el contacto permanente con las artes, son verdaderos generadores de bienestar.


Cree en tu valor por más obstáculos que aparezcan
Cantante y compositora
Fundadora del restaurante La tienda del porro
Mi papá me enseñó a no creer en los límites. De adulta, descubrí que algunos intentan imponer barreras a las mujeres o hacernos sentir menos valiosas. Frente al espejo, me esfuerzo por verme con aceptación. Este es un ejercicio necesario para no perder el rumbo. Antes, solo veía mis cicatrices y eso no me gustaba, pero, cuando empecé a creer en mí, entendí que la autoconfianza transforma y es clave para luchar por tus sueños.
Tomado de la Edición 171


La danza es raíz, resistencia y espiritualidad
Bailarín, coreógrafo y profesor
Director de Sankofa Danzafro
Para nosotros en Sankofa, Danzafro, la danza no divide mente, cuerpo ni espíritu: los une. Cuando un niño aprende una danza tradicional, recibe también una historia y un conocimiento ancestral que fortalece su identidad. Bailar es nuestro motor de vida, un acto de memoria colectiva, reivindicación y libertad. Un espacio donde el bienestar también es fortalecer los lazos comunitarios, el cuerpo rebelde y el espíritu cimarrón.


La vida no exige una misión definida desde el principio
Artista e historiadora
Autora de Los suicidas del Sisga y Bruma
A veces, el sentido de lo que hacemos lo encuentran otros; otras veces, lo descubrimos en el camino. En mi caso, podría decirse que mi misión artística es retratar a Colombia, pero no, para nada. Pinto porque es mi forma de expresarme, no de aleccionar a la gente; una manera de narrar desde lo poético. Cuento una historia sobre un país, no para encantar, sino para sentirme satisfecha conmigo misma.
Tomado de la Edición 190



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