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Bienestar Colsanitas

Odontopediatría: salud oral desde la gestación

La prevención debería empezar con la planificación del embarazo, y el cuidado de los dientes desde que aparece la primera pieza temporal. Con estos consejos la dentadura podría durar para siempre.

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La principal función de la odontopediatría es promover la salud bucodental desde que el bebé está en gestación hasta la adultez temprana. A diferencia de otras especialidades odontológicas, su foco no está sólo en ofrecer soluciones a patologías, sino en procurar, tanto en el niño como en su familia, hábitos de vida saludables y actitud positiva frente al profesional que lo acompañará en la etapa de formación y desarrollo de su dentadura.

Enrique Bernal, odontopediatra de Colsanitas, explica que en la planificación del embarazo se debería incluir el control odontológico, porque según estudios científicos, cuanto mejor sea la salud oral de la madre menores posibilidades hay de que el niño desarrolle caries. Incluso en la etapa de preconcepción, cuando la pareja decide que tendrá un hijo, es recomendable separar una consulta con el odontólogo pediatra, para llegar al embarazo en las mejores condiciones de salud bucal.

“Hay lesiones como la hipoplasia de esmalte, que obedece a la mineralización deficiente de la capa más superficial de los dientes, que puede ser una afección más o menos compleja, dependiendo de la etapa del embarazo en la que se presente. Por lo tanto, hay que estar atentos porque su aparición podría estar relacionada con fiebres altas, malnutrición o infección en la madre durante el embarazo o en la infancia temprana del niño”, apunta Bernal.

Las caries no se consideran contagiosas, pero las bacterias que producen las caries, llamadas Streptococcus mutans, son transmisibles. Se trata de microorganismos que solo se alojan en una superficie lisa como el esmalte dental (no en las encías), pero pueden pasar de una boca a la otra a través de la saliva. Entonces, muchas veces los padres son los que siembran estas bacterias en sus hijos cuando comen de la misma cuchara, comparten el mismo vaso o se besan en los labios.

“Esa transmisión de las bacterias no sólo ocurre cuando la persona tiene caries activas, sino también cuando los dientes y muelas han sido restaurados con calzas después de haber estado con caries. La única garantía de no ser un agente transmisor es que nunca se haya tenido alguna caries”, precisa el especialista.

Bernal explica que en las generaciones más jóvenes, los niños no suelen presentar caries antes de los 10 años, y eso se relaciona, entre otros factores, con una medida de salud pública que se implementó en Colombia en 1982, cuando se volvió obligatorio adicionar flúor a la sal común. El flúor hace al diente más resistente. Y eso se combina con la aparición de las cremas dentales fluoradas, tanto para adultos como infantiles, así como las campañas gubernamentales que promueven que en las consultas se les aplique flúor en barniz a los menores.

Odontopediatria CUERPOTEXTO

Dieta para la resistencia 

Es fundamental el trabajo en equipo del odontólogo y el pediatra para guiar los hábitos alimenticios en la infancia temprana, pues estos cumplen un papel fundamental en la salud oral. Al respecto, el doctor Bernal explica que los residuos alimenticios en la boca alteran el pH natural de la cavidad oral y lo convierten en pH ácido. Así, la saliva es la encargada de recuperar el
equilibrio de tal manera que los dientes sean más resistentes y se defiendan mejor del ataque de las bacterias. Pero si niños o niñas ingieren constantemente alimentos, con una frecuencia menor a las dos horas, entonces permanentemente se produce un pH ácido que es caldo de cultivo para las Streptococcus mutans, y la saliva no tiene tiempo de recuperar la normalidad en el pH.

Por eso es fundamental establecer horarios para comer, así como revisar la calidad de los alimentos que comen los chicos. El odontopediatra recomienda evitar los alimentos que se pegan al paladar y los dientes, como los confites o caramelos, porque la presencia de estos residuos de alimentos con azúcar, almidones y químicos atenta contra la buena salud bucal: “no se trata de prohibirle a los niños el consumo de dulces, sino de recomendar a los padres que sean ellos los que administren su consumo”, precisa Bernal.

Finalmente, el buen cepillado en los niños, al menos dos veces al día, remueve la placa, evita las caries y mantiene limpias tanto las encías como la lengua. Recuerde además reemplazar el cepillo cada tres meses, usar hilo dental una vez al día, para limpiar entre los dientes de los niños, y visitar al odontólogo en cuanto empiecen a salir los dientes temporales o de leche.

La labor del odontopediatra

- Hace parte del equipo que se ocupa de las alteraciones faciales del desarrollo producidas por anomalías de tipo congénito, como el labio fisurado y el paladar hendido.

- Trata las enfermedades en la cavidad oral de los niños y adolescentes con técnicas mucho más conservadoras y menos invasivas que las que se usan en adultos.

- Resuelve las pérdidas. Accidentales de dientes temporales con aparatos ortopédicos, para conservar el espacio de las piezas definitivas que aparecerán luego naturalmente.

- Atiende las necesidades especiales de cualquier persona con disminución de sus capacidades sensoriales o cognitivas, independientemente de la edad.

 

 

-Este artículo hace parte de la edición 181 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa en este enlace: https://www.bienestarcolsanitas.com/images/PDF%20ED/Bienestar184-1.pdf

 

 

* Periodista y profesora universitaria.SEPARADOR

 

Karem Racines Arévalo

Es una periodista colombo-venezolana egresada de la Universidad Central de Venezuela. Llegó a Bogotá en 2011 para escapar de la confrontación política de su país. Después de vivir en la capital colombiana cinco años, decidió mudarse cerca del mar, que tanta falta le hacía, y desde hace dos años vive en Santa Marta. Es docente de periodismo en la Universidad del Magdalena y en la Sergio Arboleda. Es colaboradora frecuente de la revista Bienestar.